Según un estudio del Servicio de Cardiología del Hopital Vall d´Hebron de Barcelona, la mortalidad tras sufrir un infarto es el doble en mujeres que en hombres. La tasa de mortalidad para ellos es del 9%, mientras que para las pacientes es del 18%.

El motivo principal es que las mujeres tardan más en acudir a urgencias y esto es así por varias causas; porque minimizan la gravedad de los síntomas, porque tienen más resistencia al dolor y hay una tercera causa de origen social: las mujeres priorizan lo que estén haciendo en ese momento antes que su propia salud.

Los médicos insisten en la importancia del tiempo para tratar un infarto. Cada media hora de retraso en iniciar un tratamiento aumenta un 7% la mortalidad