Los coches pitan sin parar. Hay que despertar a la gente en plena noche porque el fuego está alcanzando este vecindario de Rialto en California. Otros van puerta por puerta, asegurándose que no queda nadie en las casas, cogen lo que pueden, pero no hay tiempo, tienen que irse antes de que las llamas los alcancen.  El número de víctimas asciende ya a casi 60 y las previsiones no son muy alentadoras. El incendió ayer se extendió hasta las 55 mil hectáreas y los equipos aéreos y terrestres no dan abasto. En Paradaise, una ciudad de 27 mil habitantes,  la más afectada por el incendio, un equipo especial formado por 100 policías y militares trabajan sin descanso para localizar a las víctimas e identificar sus cuerpos.