Las abreviaturas y giros de las redes sociales, unido a que se lee y escribe menos, han disparado las faltas de ortografía a todos los niveles. También entre universitarios y opositores, a los que se les presupone una alta cualificación. El 9,6% de las plazas de profesor de secundaria han quedado desiertas en las oposiciones del pasado julio. Acostumbrados a escribir con corrector en el wasap o en el ordenador, se está olvidando lo más básico: escribir sin faltas de ortografía en  nuestra propia lengua.