Kenia le ha declarado la guerra al desperdicio del plástico. Ben Morrison ha construido un bote de plástico reciclado. El proyecto se denomina ‘flipflopi’ debido a que para la construcción del barquito se han empleado 200 mil chanclas y un total de 10 toneladas de residuos recogidos del mar.

El Gobierno de Kenia ya puso medidas radicales para acabar con el desperdicio del plástico imponiendo multas de has 30 mil euros. Ahora este barquito, que ya ha conquistado el Índico, llama al mundo a unirse a la revolución contra el plástico.