Los ciclistas que aparquen sus bicis en la playa de la Concha y alrededores se habrán llevado una sorpresa poco agradable. La Policía ha decidido retirar con grua y multar a todos aquellos que aparquen sus vehículos en la famosa barandilla donostiarra. 

 A pesar de la instalación de algunos bloques provisionales de refuerzo durante la temporada estival en los últimos años, la gran cantidad de bicicletas aparcadas en el mobiliario urbano constatan la necesidad de más aparcamientos. 

Desde el 2017 está totalmente prohibido aparcar las bicis tanto en la barandilla de la Concha como en los tamarindos como en cualquier sitio que no sea un aparca bicis.