Las tortugas bobas recorren el mundo entero bajo el agua, pero un especimen de estos animales ha decidido que la playa de Sant Simó de Mataró era el lugar perfecto para hacer su nido. Fue el dueño de un chiringuito de la playa quien, al ver al animal, dio la voz de alarma. La tortuga estuvo varias horas en la playa, haciendo el nido primero y, después, poniendo más de 170 huevos. 40 de ellos han sido trasladados a lugares seguros, con incubadoras que aseguren el nacimiento de los pequeños. Los 130 restantes permanecen en la playa, bajo la estricta vigilancia de voluntarios que están 24 horas al día pendientes de ellos.