Su pelo, sus ojos y su barba se asemejan tanto, que cuesta distinguir al  auténtico Mohamed Salah de su doble. Toda una sopresa para el propio jugador egipcio del Liverpool cuando se reunió con él hace dos años. "Me dijo que le parecía que estaba ante el espejo", dice el doble de Salah, Ahmed Bahaa. "Sin embargo, es él el que se parece a mí porque yo soy más viejo". Ahmed Bahaa, como se llama este egicio residente en el Cairo, no se pierde un partido del liverpool. Anoche, como otras veces, los fans de Salah le saludaron y se hicieron fotos con él como si fuera el famoso jugador de futbol. Para Ahmed, es uno honor parecerse a Salah. "Es el orgullo", dice "para los egipcios".