El vídeo en el que se ve cómo destrozan un Ferrari 458 Spider en un desguace británico se ha vuelto viral en los últimos días. La grabación se remonta a hace aproximadamente un año, cuando las autoridades de Reino Unido mandaron el coche a este lugar alegando que había sido robado y que tras haberse cambiado varias piezas no era apto para circular por carretera. De todos modos, el vídeo no ha salido a la luz hasta el pasado 19 de marzo, cuando su supuesto dueño, Zahid Khan, lo subió a Youtube para denunciar lo ocurrido. La policía de Birmingham asegura en este sentido que el vehículo fue confiscado porque era robado y porque se había restaurado con piezas ilegales, pero Khan dice que esta versión no es cierta, ya que lo adquirió legalmente en una subasta y todos los cambios que hizo fueron a través de la marca italiana.