Fíjense en la periodista china de azul situada a la izquierda de la que sujeta el micrófono. No le quiten ojo porque sus gestos son de lo más expresivos. 

Al principio simplemente evita mirar a su compañera, pero algo de lo que dice le causa tal rechazo que ya no lo oculta, la mira de arriba abajo y, con desprecio, se gira. Las muecas de la periodista durante la sesión anual del parlamento fueron vistas en directo por millones de personas.

Muchos chinos aplauden la autenticidad de la reportera frente a la tónica general de condescendia de los periodistas con el régimen chino. Se desconoce, por ahora, qué ha pasado con la reportera, pero en la red su comportamiento además de muy celebrado, ya se ha convertido en viral.