Ocurrió en la ciudad china de Zhengzhou (Henan), donde el dueño de una tienda no quedó demasiado conforme con una clienta y quiso 'comunicárselo'en persona mediante golpes de todo tipo.

La compradora se quejó de la demora en la entrega de la ropa que había pedido online, algo que hizo saber a través de una mala valoración en internet contra el comercio.

Tras ser avisada del punto en el que se entregaría el paquete, cual fue su sorpresa cuando quien apareció fue el dueño del establecimiento para golpearla violentamente, tras confesarle que había hecho 800 kilómetros para agredirla sólo por la mala valoración.