A veces, el karma hace su función. Ocurrió en Queensland (Australia), después de que un hombre en claro estado de embriaguez fuera expulsado del bar de un hotel.

El hombre, que quería seguir bebiendo, decidió intentar tomarse la justicia por su mano y robar un barril de cerveza... pero no calculó las consecuencias de este hecho.

Su estado, sumado al peso de la carga, provocó que este hombre se cayera de cabeza contra el suelo, quedando tendido mientras el barril rodaba sin control. Porque robar nunca es una buena idea.