Científicos chilenos han descubierto dos tipos de plantas que protegen de la radiación solar. Las plantas, que crecen en la Antártida, contienen unas moléculas en sus flores que toleran altos niveles de radiación ultravioleta. El doctor Gustavo Zúñiga asegura que los posibles usos de estas plantas son múltiples: "Hay un grupo de moléculas que son filtros solares que pueden ser utilizados en el desarrollo de productos cosméticos que protejan la piel de la radiación ultravioleta que cada vez está siendo más complicada". También pueden ser válidos para proteger cultivos delicados, “por ejemplo algún cultivo que no tolere la radiación que está aumentando, se podría utilizar esa información y hacer que el cultivo responda de buena manera". Los investigadores confían en poder emplear estas plantas para protegernos de los cada vez más nocivos efectos del sol.