A simple vista nadie hubiera dicho que, cuando se pone a bailar, sus movimientos son casi tan perfectos como los de cualquier profesional. La apariencia física de Erik Cavanaugh, como así se llama este joven estadounidense de 23 años, rompe la norma que se sigue dentro del mundo de la danza: sufre sobrepeso, acumula michelines y su figura no está musculada. Sin embargo, su cuerpo es capaz de llevar a cabo ágiles ejercicios tal y como demuestra el vídeo publicado por The New York Post donde se alababa la presteza del bailarín de Pensilvania.