Las cruces amarillas que grupos independentistas han clavado en diversas playas catalanas están generando momentos de tensión entre los vecinos de diversos municipios.

Según se puede ver en un vídeo que está circulando por las redes sociales, grabación que encabeza este artículo, en la playa gerundense de Llafranc se vivió recientemente un enfrentamiento entre un señor independentista y una mujer que empezó a quitar las cruces que había clavado este en la arena. “Se van a enterar, voy a arrancar una por una con mis propias manos. ¿Qué se piensan que es esto, un cementerio? ¿Qué es esto? Pero ¿qué os creéis que es esto?“, se le escucha decir a la mujer.

Aunque dicho enfrentamiento no llegó a las manos, un segundo episodio vivido en la playa de Canet de Mar (Barcelona​) sí acabó en una trifulca.  Fuentes policiales han explicado que el incidente se produjo sobre las 16.00 horas de este lunes, cuando varias personas, algunas de ellas con la cara tapada, comenzaron a arrancar cruces amarillas que habían situado grupos independentistas en la arena de la playa.

Las cruces tenían inscritas palabras como 'Democracia' y 'Libertad' para simbolizar "la muerte" de estos conceptos en el Estado. Al sacar las cruces, un grupo de personas favorable a la presencia de este símbolo en la playa recriminó la acción, lo que provocó algún rifirrafe. El Comitè de Defensa de la República (CDR) de Canet de Mar calificó la acción como una agresión fascista y aseguró que había 30 encapuchados y que dejaron tres heridos: "Esta es su democracia, violentos e intolerantes", expresó en una publicación en Twitter.

Entre los heridos se encontraría Marc Jiménez, concejal de la CUP en Canet, que en una entrevista concedida a Rac1 aseguró que había recibido varias patadas mientras trataba de detener a los supuestos agresores. Según explicó el político, una mujer independentista también fue golpeada en la cabeza tras intentar quitar el pasamontañas a un joven que estaba quitando las cruces, así como otro señor que recibió un golpe en el cuello.

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont también condenó el incidente en un tuit: "Mi total condena a estas agresiones del fascismo unionista, que continúan impunes. No hagamos ninguna concesión a sus provocaciones. Si nuestra actitud cívica y no violenta los exaspera, señal que vamos bien. No caigamos en ninguna provocación".