"Comprendemos el desasosiego de Pedro SánchezEsperaba el presidente del Gobierno una llamada de Joe Biden como reconocimiento al ardor guerrero, pero ha tenido que resignarse a una conferencia telefónica con Pablo Casado. Y no porque haya decidido el líder socialista interrumpir un periodo de ocho meses sin relaciones con el jefe de la oposición, sino porque fue Pablo Casado quien se avino a comportarse como un adulto responsable".

"Este contratiempo telefónico expone la frustración del soldado Sánchez. Y devuelve la influencia de la geopolítica española a su posición gregaria y secundaria. Lo demuestra, en sentido contrario, el peso de Emmanuel Macron o del canciller Scholz, interlocutores ambos de Vladimir Putin en una crisis planetaria que Sánchez solo quiso valorar el pasado miércoles".