Es cierto, el tiempo es implacable. El minutero no entiende de éxitos, de aplausos o de fichajes millonarios. Las arrugas y la madurez alcanzan a cualquiera, estos ejemplos dan buena fe de ello.
Fotos vía: viralnova
Es cierto, el tiempo es implacable. El minutero no entiende de éxitos, de aplausos o de fichajes millonarios. Las arrugas y la madurez alcanzan a cualquiera, estos ejemplos dan buena fe de ello.
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