Marte, el planeta Rojo, no es tan rojo al fin y al cabo. Al menos no en las imágenes publicadas esta semana por la NASA. Se trata de un archivo de más de mil fotografías tomadas por la misión Mars Reconnaissance Orbiter, que lleva orbitando en torno al planeta desde 2006. De enorme valor científico, son también muy útiles para que los habitantes de la Tierra nos hagamos una idea de cómo es, al detalle, la superficie de nuestro vecino.
En muchas de estas imágenes, el color no es como lo veríamos si pudiésemos viajar hasta Marte y mirarlo directamente, sino que son el resultado de la información recogida por la cámara HiRISE, o High Resolution Imaging Science Experiment. La cámara opera con longitudes de onda visibles, como el ojo humano, pero con unas lentes que producen imágenes a una resolución que permite distinguir objetos de hasta un metro desde 200 kilómetros de altura.