"Ha sido increíble". Seis suscriptores de El Confidencial prueban el coche de Ford que se conduce solo

Probar un coche que se conduce solo puede parecer una broma. Pero no, no lo es. Al menos en nuestro país, ya que a finales del año pasado, Ford anunciaba que se convertía en la primera marca de automóviles en España en recibir la aprobación por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y de la Dirección General de Tráfico (DGT), para introducir la conducción sin necesidad de poner las manos en el volante en las autopistas y autovías españolas.

Hablamos de la tecnología autónoma BlueCruise de la marca americana, que gracias a la colaboración llevada a cabo entre Ford y El Confidencial ha permitido a seis suscriptores de nuestro periódico ponerse al volante del eléctrico Mustang Mach-E, el único vehículo que equipa este sistema por el momento, y probarlo.

La experiencia se realizó el pasado 12 de abril en las oficinas de El Confidencial en Pozuelo de Alarcón, donde los seis suscriptores tuvieron ocasión de conocer a todos los trabajadores de nuestro periódico y disfrutar de una presentación con el equipo de Ford, para conocer en detalle en qué consiste la tecnología BlueCruise. Y es que, como decíamos, cabe recordar que la marca americana es la primera marca en Europa y en España en lograr la homologación de la conducción sin manos por autopista. Todo un hito.

Así funciona la tecnología BlueCruise

Para entender como funciona este sistema, a modo de resumen, BlueCruise hace posible conducir sin poner las manos en el volante y sin usar los pedales. El conductor únicamente tiene que esperar a que el coche indique que todo está correcto, y la segunda, ir atento a la carretera. Y nada más, a partir de ahí, en el 92% de las autopistas y autovías españolas, el coche circulará de forma autónoma.

Para llevarlo a cabo, el Mustang Mach-E, gracias al uso de sensores, detecta las marcas de los carriles y las condiciones cambiantes del tráfico. De este modo, el avanzado sistema de asistencia controla la dirección, la aceleración, el frenado y la posición del vehículo en su propio carril. Y al mismo tiempo, y siempre en función de la velocidad, el coche mantiene la distancia adecuada al tráfico que lo precede, llegando incluso a parar y arrancar de nuevo en situaciones de tráfico lento.

Eso sí, una cámara situada en el cuadro de mandos monitoriza la mirada y la posición de la cabeza del conductor, con el fin de intentar garantizar que sus ojos permanecen fijos en la carretera. Solamente cuando la pantalla del cuadro de instrumentos indica que es seguro, el conductor puede retirar las manos de la dirección sin apartar la vista de la vía. Pero si este mira hacia otro lado durante más de cinco segundos y no presta atención a la carretera, el coche comenzará a emitir avisos acústicos y después visuales para que recupere el control.

La opinión de los suscriptores

Con la ayuda del equipo de profesionales de Ford, los seis suscriptores realizaron una prueba de unos 25 kilómetros por varias carreteras cercanas a Pozuelo de Alarcón. Y el resultado no pudo ser mejor: "Ha sido increíble. Hago muchos kilómetros, la mayoría de ellos solo, y me ha gustado que esta tecnología autónoma vaya pendiente de la conducción. No me esperaba que funcionase tan sumamente bien", explica Juan sorprendido.

Pero la realidad es que ponerse a los mandos de un Mustang Mach-E, activar el sistema pulsando un botón en el volante, esperar a que el coche dé el visto bueno y comenzar a utilizar esta tecnología autónoma es toda una experiencia: "Me ha sorprendido lo cómodo que es. Al principio genera nervios ceder el control al coche, pero después compruebas que lo hace fenomenal. Es un gustazo recorrer kilómetros de esta manera", afirma Ana.

Y es que no solamente hablamos de recorrer las autopistas y autovías españolas, esta tecnología BlueCruise también se desenvuelve entre el tráfico, de forma inteligente, sin necesidad de que el conductor ponga las manos en el volante o pise los pedales: "Lo que más me ha sorprendido es que el coche sea capaz de adaptar la velocidad, de acelerar o de frenar si hay atasco. Lo hace de una forma suave y progresiva, y ha tomado decisiones fluidas, que seguramente ni yo las haría así. De verdad que me ha impresionado", dice Rafa.