Más espacio y versatilidad con el mismo comportamiento del Golf

La prueba de esta semana corresponde al Volkswagen Golf Sportsvan, un invento muy bueno que combina lo mejor del concepto del Golf en cuanto a su comportamiento en carretera, una referencia en el segmento compacto y también en el mundo del automóvil, con un mayor espacio interior, con algo más de altura y con unos asientos con mayor versatilidad de uso. Es el Golf monovolumen.

La marca alemana tiene en el Golf su modelo más emblemático, aunque tiene una amplísima gama en la que no se puede echar en falta nada dentro de ningún tipo de vehículo. Dentro del segmento del monovolumen compacto la marca ha tenido en los últimos años un hueco poco explotado. Por un lado con el Touran con hasta siete plazas en unas dimensiones muy contenidas pero sobre todo con el Golf Plus, un vehículo que no llegó a cuajar demasiado en el mercado y dejó de venderse hace años.

Ahora tiene la solución a este problema con el nuevo Golf Sportsvan. Básicamente, y por definirlo de la manera más clara y fácil que se me ocurre, es un Golf más, como el resto de los Golf, con sus mismos equipamientos y, sobre todo, con su mismo comportamiento en carretera, pero al que se incorporan los detalles que hacen de esta versión un monovolumen compacto de verdad.

El nuevo Sportsvan viene a sustituir al Golf Plus, pero es más grande. Son casi quince centímetros más que su antecesor, lo que le permite ofrecer una importante mejora en su espacio interior. Pero quizá la mejor comparación se puede hacer entre el Golf normal de cinco puertas, el Sportsvan y el Touran.

La mejor comparación que se puede hacer es en longitud entre el Golf normal de cinco puertas, el Sportsvan y el Touran. Sus longitudes respectivas son 4.255 mm, 4.340 mm y 4.560 mm. Si comparamos el Sportsvan con el Golf de 5 puertas, la diferencia es de 10,5 centímetros, que va en parte a ampliar el espacio de los ocupantes de las plazas traseras para sus piernas. Y los siete centímetros reales que se ganan en esa zona son muy importantes.

Ya pueden montarse en esas plazas traseras personas de mayor altura y con piernas más largas sin tener que viajar agobiados. Además, estos ocupantes de las plazas posteriores tienen también una mayor cota de altura disponible porque el Sportsvan es más alto que el Golf de 5 puertas.

Incluso, y eso ya parece algo más enigmático, los ocupantes de estas plazas tienen una mayor anchura disponible, lo que permite que los tres ocupantes viajen de verdad mucho más cómodos. Resulta extraño porque el coche tiene la misma anchura exterior, pero los ingenieros de la marca han logrado sacar 4 centímetros adicionales de anchura, sin modificar su exterior.

Las ventajas que ofrece este Sportsvan en cuanto a espacio en esas plazas traseras es muy notable, pero lo mejor de todo es que la sensación que se percibe en el interior es que resulta aún más amplio de lo que las cifras indican. Y eso es debido a la mayor altura hasta el techo, que proporciona una sensación de gran habitabilidad. Esta sensación se veía ampliada en nuestro caso por la presencia de un techo panorámico de cristal que permite inundar de luz el habitáculo y transmite mayor sensación de espacio.

El coche alemán, además, ofrece en estas plazas traseras unos asientos modulables y ajustables en función de las necesidades de cada momento. Asientos que pueden deslizar longitudinalmente, hasta 18 centímetros entre ambos extremos, y que también permiten ajustar la inclinación del respaldo trasero. Con ello se puede optimizar la posición de los ocupantes en función de sus gustos o de las necesidades que tengamos de espacio en el maletero en cada momento.

El maletero es otro aspecto muy positivo del vehículo. Y es que una parte de la ampliación de la longitud del coche se emplea en aumentar su maletero. Y así, de los 385 litros que cubica el Golf de 5 puertas se pasa a 500 litros, que suponen una muy buena cifra dentro de este segmento del monovolumen compacto de 5 plazas. Con los asientos en su posición más adelantada el maletero puede llegar hasta los 600 litros, pero los ocupantes de esas plazas irán, entonces, muy estrechos.

Otro aspecto que llama la atención cuando se entra en el habitáculo del Sportsvan es su buena calidad percibida. Encontramos buenos materiales en su fabricación por su calidad y robustez, aunque no son demasiado lujosos. Pero lo más importante es la precisión con la que está construido y que se basa en la ingeniería alemana.

En cuanto a su equipamiento, desde las versiones de acceso es bastante completo, y lo más interesante es que cuenta con un amplio abanico de opciones en función de las versiones. Puede llevar de todo, pero es un equipamiento caro, y habrá que pensarse muy bien las opciones que queremos instalar en nuestro coche. Una de ellas, importante, es la que permite ajustar los modos de conducción.

Me parece muy destacable su gran habitáculo, muy bien estudiado pero lo que más me sorprendió cuando pude conducir por primera vez este vehículo por carreteras francesas en la presentación fue que pese a su mayor longitud y altura no hay ninguna diferencia en cuanto a su comportamiento con respecto a las variantes del Golf 5 puertas. No hay más balanceo de carrocería, no hay una menor precisión en el guiado, ni siquiera en las carreteras más exigentes y viradas.

El coche se mueve muy plano en todo momento y es muy destacable la buena calidad de sus suspensiones. Son firmes y ofrecen un tacto de coche muy bien asentado sobre el asfalto. Hacen un trabajo perfecto, no hay rebotes e incluso en carreteras con muchos baches son las suspensiones las que absorben las irregularidades del terreno sin que su conductor y los otros ocupantes del vehículo tengan que sufrir por ello.

El Sportsvan, como todos los modelos de Volkswagen, cuenta con un amplio abanico de versiones de motor, con tres variantes de gasolina y otras dos de gasóleo. Mecánicas eficientes todas ellas con turbocompresor. Nuestra unidad de pruebas estaba equipada con el motor diesel más potente, el TDi de 150 caballos, asociado con el eficaz cambio DSG en su variante de seis marchas.

Sin duda esta es una combinación perfecta que permite hacer una conducción tranquila con consumos ajustados pero que cuando hay que rodar deprisa se puede hacer una conducción muy rápida sin demasiados problemas. Su motor empuja con contundencia en todo el espectro utilizable y en cuanto al cambio, es un doble embrague muy rápido y siempre obediente ante la más mínima insinuación por parte del conductor, ya sea con una presión más fuerte sobre el acelerador o con las levas en el volante.

De todas formas, tal y como están nuestras carreteras, con unos estrictos límites de velocidad y plagadas de radares, salvo que sea un conductor que siempre busque ir muy deprisa, creo que es mejor buscar otras alternativas mecánicas. Para conductores normales es más interesante la variante de gasóleo de 110 caballos si se hacen muchos kilómetros y si no se hacen tantos conviene plantearse la alternativa de un motor TSI de gasolina, que permite consumos ajustados, un precio más asequible y una conducción mucho más suave y agradable que la de un diesel, por bueno que sea.

La oferta de enfoque más familiar de Volkswagen se centra entonces en este Sportsvan, como la opción monovolumen de cinco plazas, el Golf Variant con la carrocería familiar que proporciona más espacio de maletero pero menos versatilidad en el habitáculo y por encima el Touran, un monovolumen que ofrece las siete plazas y tiene una carrocería solo 22 centímetros más larga. De todos ellos, yo me quedaría, por su magnífico comportamiento en carretera, con el Sportsvan, pero las tres son buenas alternativas en función de las necesidades.