XL1, el rey del consumo

La apuesta de Volkswagen por el coche de bajo consumo sigue adelante sin pausa y el último ejemplo es el XL-1, un extraño vehículo de dos plazas cuyo principal argumento es el consumo, de 0,9 litros según el valor homologado que va a fabricarse y venderse a lo largo de este año.

El sistema híbrido incluye un motor diesel de dos cilindros de 0,8 litros con turbo que básicamente es una unidad de un propulsor 1.6 TDi pero con solo dos cilindros, que proporciona 48 caballos de potencia. En cuanto al eléctrico, aporta otros 27 CV. Ambos motores van unidos a la transmisión mediante un cambio DSG en su variante de siete marchas.

Por lo que respecta a su batería, está situada en la parte delantera del vehículo, es de iones de litio y tiene una capacidad de 5,5 kWh que se recarga en la frenadas y retenciones además de mediante un enchufe a l corriente eléctrica Con esta batería, el vehículo tiene una autonomía en modo solo eléctrico de 50 kilómetros. Y un dato importante es que en modo solo eléctrico puede funcionar hasta 12 km/h.

Sin duda lo más importante de este modelo es su consumo ajustado y por ello su autonomía. Gracias a sus baterías puede recorrer hasta 50 kilómetros, mientras que el motor diesel le proporciona otros 450 kilómetros sin repostar. Y su depósito sol tiene 10 litros de capacidad. Es decir, que con 10 litros de gasóleo, es decir unos 15 euros, se pueden hacer hasta 500 kilómetros. En cuanto a sus prestaciones, el dato más destacable es su capacidad de aceleración, de 12,7 segundos en el 0 a 100 km/h, mientras que su velocidad máxima está limitada en 160 km/h.

Además de por su mecánica, también por su aspecto exterior e interior es un coche muy innovador.  Es un vehículo muy bajo, con una altura de 1,15 metros lo que le sitúa a nivel de los mejores deportivos del mercado. Pero en el caso del XL-1 también la longitud y a anchura son pequeñas, con 3,89 y 1,67 metros respectivamente. También llaman poderosamente la atención sus puertas de apertura en forma de ala de gaviota.

Tiene una extraña forma de tipo coupé y los más llamativo, junto a sus puertas de apertura hacia arriba son sus ruedas posteriores carenadas. Sin duda este es un vehículo en el que el grupo Volkswagen lleva años empeñado y que ahora ha decidido poner a la venta, aunque sea en una corta serie, pero que básicamente se trata de un coche experimental.