Range Rover Sport 2010, la combinación perfecta

Si hay un coche en el mercado que me gusta es el Range Rover Sport, un vehículo que combina un funcionamiento en carretera similar al del mejor turismo, con unas posibilidades de utilización en conducción off-road extrema casi inagotables. Hasta ahora era un gran coche, pero con la llegada de la versión 2010 lo es aún más.

En el nuevo modelo, disponible ya se han modificado y mejorado muchos aspectos aunque lo más importante son sus nuevos motores. En gasolina, el único propulsor disponible es nuevo y ofrece nada menos que 510 caballos gracias a un motor V8 con turbocompresor.

Es un motor brutal, que ofrece potencia y par en todo el regimen de utilización. Su conducción es muy agradable y su conductor tiene siempre el control total de la situación. Sin embargo, es un motor desde mi punto de vista excesivo, sobre todo dentro de una situación de crisis como la que vivimos.  

Sin embargo, la otra novedad es mucho más racional. Es el motor turbodiesel de acceso a la gama, un V6 de 245 caballos que ofrece una relación entre prestaciones y consumos perfecta y todo ello, también, con  un precio de venta algo más ajustado. Y junto a este motor nuevo, que también emplea el nuevo Discovery4, encontramos el ya conocido turbodiesel V8 de 272 caballos. Ya sea el de seis cilindros como el de ocho, cualquiera de ellos ofrece un funcionamientoperfecto a este Range Rover Sport.

La otra novedad destacable que aporta el nuevo Range Sport es una evolución del Terrain Response en el que se incorpora una posición más, la sexta, pensada para optimizar su uso en carretera. Una posición más para unir a las de barro, nieve, o rocas, esta última también modificada. Gracias a esta posición su funcionamiento en carretera es como el del mejor turismo, y todo ello pese a que es un coche más alto y pesado que uno convencional.

Otro aspecto que se ha modificado son los frenos, con unos nuevos desarrollados por Bremo, de seis pistones que ofrecen una capacidad increíble de frenado según pudimos comprobar durante la presentación del nuevo modelo en Escocia. Estos frenos se montan en el 5.0 Supercharged.

Pero pese a esta capacidad de rodar por carretera casi como un deportivo, el Range Rover Sport no ha perdido un ápice en sus posibilidades de conducción off-road más extremas. Las tierras escocesas nos han permitido hacer una prueba en conducción fuera de carretera en condiciones límite que el vehículo ha superado sin el menor problema. Eso sí, para esta prueba de conducción más dura hemos contado con la versión equipada con el nuevo motor V6 TDi de 245 caballos que también equipa al nuevo Discovery4.

Un último aspecto destacable, su interior que también ha sido muy modificado, resultando ahora mucho más elegante, y también más sencillo de utilizar. Un ejemplo es su volante multifunción o su pantalla del navegador. Y también su cuadro de instrumentos, con una pantalla LCD en el centro que agrupa toda la información posible, incluido un visor del sistema Terrain Response.

Otra novedad importante para un uso campero: el vehículo lleva cinco cámaras  situadas en los laterales, en el frontal y en la parte trasera para ver todo lo que hay por el camino y junto al coche. Cada una de ellas se puede ampliar para ver con exactitud lo que ocurre junto a nuestras ruedas.

He probado muchas veces este vehículo y de verdad les digo que para mi gusto es el mejor de los dos mundos, el de la conducción en carretera y la que se hace fuera del asfalto. Por norma habitual, uno utiliza un coche de este tipo, si es un buen usuario de un todoterreno, de una manera combinada entre ambos.

Lo normal es que haya que hacer las dos cosas de manera conjunta, hacer kilómetros por carretera y luego hacerlos fuera del asfalto. Y si ese es el caso, el mejor, sin duda es el Range Rover. Y si además incorpora el motor V8 TDi, mejor aún.

El nuevo Range Rover Sport ya está disponible en la red de concesionarios. La gama comienza con el TDV6 de 245 en su versión SE que cuesta 68.900 euros. La misma versión con el acabado HSE tiene un precio de 74.100 euros. Por encima, encontramos el TDV8 con el motor de 272 CV y el acabado HSE que cuesta 78.950 euros. Y como tope de gama, la versión 5.0 V8 Supercharged de 510 caballos cuyo precio es de 91.900 euros. El nuevo Range Sport es el mejor de dos mundos, el mejor en carretera y el mejor en el campo y eso hay que pagarlo.