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La misión imposible de las empresas: conseguir test para la vuelta al trabajo
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La misión imposible de las empresas: conseguir test para la vuelta al trabajo

La vuelta a los centros de trabajo de cientos de miles de personas depende de la capacidad de las empresas de hacer los test que garanticen la seguridad de todas ellas

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De Amazon a General Motors, las principales compañías siguen buscando la forma de hacer test a sus empleados antes de que vuelvan a sus puestos de trabajo.

Dichas pruebas pueden ayudar a limitar la exposición de los infectados y a que los que vuelven a retomar la actividad tengan la confianza de que no van a contagiarse. El problema es que para las empresas es complicado hacer test, porque es muy difícil conseguirlos y por lo que eso supone a escala de privacidad.

Jeff Bezos, CEO de Amazon, explicó a los accionistas el pasado jueves que ya han empezado a reunir equipamiento para construir un laboratorio de pruebas para sus empleados. El gigante del comercio electrónico ha formado un equipo de científicos y especialistas que están trabajando para hacer las pruebas a los trabajadores más expuestos.

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"Las pruebas a gran escala, en todas las industrias, ayudarán a la gente a sentirse segura y a la economía a volver a funcionar a pleno rendimiento", explicaba Bezos en una carta enviada a los accionistas.

Los líderes empresariales se reunieron la semana pasada con el Gobierno estadounidense y afirmaron que, para que eso ocurra, se debe aumentar exponencialmente la disponibilidad de pruebas para conseguir que los trabajadores vuelvan a sus puestos.

También trasladaron a la Administración Trump que los primeros test deberían estar disponibles para los sanitarios y para los que tengan síntomas de la enfermedad. Muchos laboratorios ya están viendo cómo se agotan sus existencias de hisopos y reactivos, retrasando los resultados de muchas pruebas.

"Creo que la gran pregunta que se hace todo el mundo es cuántas pruebas necesitamos hacer a los empleados", explica Ryan Smith, CEO de Qualtrics, una división del gigante alemán SAP.

Mientras que la medición de temperatura y las mascarillas siguen siendo las medidas de protección más habituales en las empresas, una encuesta a las empresas del Fortune 200 llevada a cabo por el Employer Health Innnovation Roundtable (EHIR) refleja que al menos 40 compañías están estudiando llevar más allá las comprobaciones sanitarias para poder retomar la actividad el próximo mes.

Los espacios para las pruebas podrían instalarse en las inmediaciones de los centros, zonas en las que se podría ofrecerse asistencia básica, dice el doctor Neal Mills, jefe médico de Aon, que se dedica a asesorar a empresas sobre la gestión de riesgo y que también vende seguros. Con pruebas que arrojen los resultados en minutos, y no en días, los trabajadores pueden pasar por esas zonas habilitadas antes de entrar al trabajo, explica.

Unos 6.000 trabajadores del fabricante de chips Micron Technology están trabajando desde casa. Hacer pruebas está en la hoja de ruta de la compañía para que puedan volver a las oficinas, pero dependen de la disponibilidad, lamenta la directora sanitaria de la compañía, Marni McDowell, que asegura que están listos para llevar a cabo las pruebas en sus instalaciones.

"Para eliminar el riesgo, lo mejor es el diagnóstico", explica vía 'e-mail'. El coste y la frecuencia de los test están entre las cuestiones más discutidas en las oficinas de Micron, donde reconoce que no esperan a sus empleados de vuelta hasta otoño.

Hay muchas empresas que ya ofrecían a sus empleados vacunas contra la gripe todos los años, pero las pruebas de diagnóstico del coronavirus son más invasivas y potencialmente peligrosas. Lo común es realizar un frotis en la nariz o en la garganta, y lo debe hacer personal sanitario totalmente protegido, asegura el doctor Jeff Levin-Scherz, líder del centro de gestión de prácticas sanitarias de Willis Towers Watson.

Esas muestras de la nariz o la garganta suelen requerir que el paciente tosa, lo que puede expandir partículas con el virus. "No es algo que quieras hacer en la recepción de una oficina o una fábrica", dice.

Tanto el Gobierno como los líderes empresariales aseguran que los test de anticuerpos, que detectan la presencia de marcadores con anticuerpos en una persona que haya pasado el virus, pueden arrojar más certezas sobre la seguridad de los trabajadores. Los doctores y los investigadores están estudiando si los infectados que han superado el virus son inmunes y, si es así, durante cuánto tiempo.

"La herramienta principal con la que contamos es realizar las pruebas", dice Othman Laraki, CEO de la empresa de pruebas genéticas Color, que está operando un laboratorio en San Francisco para sanitarios y otro personal público esencial. Dichas instalaciones tienen capacidad para hacer 1.000 pruebas diarias, informando de los resultados en apenas 24 horas.

La frecuencia con que las empresas deben hacer pruebas dependerá de la exposición potencial de cada trabajador, explica Laraki. De hecho, Color todavía no ha hecho pruebas a sus 150 empleados, aunque planea hacerlo el próximo mes.

General Motors también está estudiando opciones, incluyendo los test para detectar anticuerpos, pero se han encontrado con barreras logísticas y de privacidad, explica Jim Glynn, jefe de Seguridad Laboral.

Smith, CEO de Qualtrics, se mostraba en la misma línea, aunque señala que todavía no han diseñado la hoja de ruta para hacerlo. "No creo que haya ningún inconveniente. Debería ser sencillo hacer los test a todo el mundo", dice, añadiendo que todo ello podría llevarse a cabo en el 'parking' de sus instalaciones.

Actuar en consecuencia con los resultados y almacenar los datos sanitarios pueden suponer más problemas para las empresas, según expertos en recursos humanos. Hace mucho que las empresas tienen prohibido hacer preguntas personales sobre sus hogares o la salud a sus empleados, pero en plena pandemia esas mismas cuestiones pueden determinar el riesgo a sus compañeros de exposición a la enfermedad.

Llevar a cabo medidas para proteger a los trabajadores puede ser visto como discriminatorio, según afirman expertos en imagen corporativa. Por ejemplo, si una empresa con sus oficinas activas de nuevo pide a los empleados más mayores que sigan trabajando desde casa y debido a eso les perjudica laboralmente, ¿podrían alegar que han sido discriminados por sus jefes?

En un artículo publicado el domingo en 'The Wall Street Journal', el exdirector y el exsubdirector de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) Scott Gottlieb y Stephen Ostroff aseguraron que "los empleadores deben asegurarse de que dar positivo no suponga un castigo, manteniendo el salario intacto cuando alguien acepta no salir de casa mientras espera los resultados".

En lugar de hacer los test, las empresas están tomando otros caminos para proteger la salud de sus trabajadores. Partners HealthCare obliga a sus empleados a firmar un documento en el que aseguran que se sentían bien dos horas antes de comenzar sus turnos.

La vuelta al trabajo "no se va a dar pronto y tendrá que ser escalada y monitorizada", asegura el CEO de EHIR, Michael Laquere. "Ese es el único consenso".

De Amazon a General Motors, las principales compañías siguen buscando la forma de hacer test a sus empleados antes de que vuelvan a sus puestos de trabajo.

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