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Las empresas occidentales, ante el desafío de reconstruir Ucrania
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MESA REDONDA EL CONFIDENCIAL-RETI ESPAÑA

Las empresas occidentales, ante el desafío de reconstruir Ucrania

Pese a que la guerra entra en su tercer año, el PIB ucraniano crece. Esto, sumado a la actual economía de guerra, el apoyo internacional y el interés por entrar en el mercado europeo, dibuja una reconstrucción con oportunidades de inversión

Foto: Encuentro 'La reconstrucción de Ucrania: el papel de las empresas españolas'.
Encuentro 'La reconstrucción de Ucrania: el papel de las empresas españolas'.

En la distancia, las guerras se ven como un caos total en el que todo es dolor y destrucción. Y, en gran medida, no cabe duda de que es así. Sin embargo, cuando la zona afectada es tan grande como Ucrania, con más de 600.000 kilómetros cuadrados de extensión —frente a los 500.000 que tiene España—, la relevancia del conflicto puede ser desigual entre unas áreas y otras. Esto significa que, a pesar de los bombardeos, las violaciones de los derechos humanos y los desplazamientos de población, el país puede continuar con una relativa actividad cotidiana que conviva con el enfrentamiento bélico. Es cierto que los mercados se ven condicionados por la economía de guerra, pero esto no tiene por qué significar un frenazo y una desaceleración, sino todo lo contrario. Prueba de ello es el dato del PIB ucraniano de 2023, que creció un 5,1%.

Las razones que llevan a esta cifra positiva pueden ser variadas, aunque los analistas apuntan, principalmente, en tres direcciones: la resistencia militar frente al invasor, el apoyo financiero constante de los aliados internacionales y un ecosistema empresarial que se está adaptando rápidamente al cambio. Y es que las compañías ucranianas ya se están transformando para lo que viene después del conflicto, es decir, para la reconstrucción de un país enorme que tiene aspiraciones de entrar en el mercado común europeo. Y precisamente con el objetivo de abordar esta cuestión durante la semana del segundo aniversario del inicio de la invasión, El Confidencial organizó junto a Reti España una jornada titulada La reconstrucción de Ucrania: el papel de las empresas españolas. En el evento participaron Fernando Alejandre, ex-Jemad y advisor en Reti España; Ihor Ivanchenko, jefe de la Sección Comercial de la embajada de Ucrania, y Myron Wasylyk, head de Rud Pedersen en Ucrania. La moderación corrió a cargo de Ángel Villarino, director adjunto de El Confidencial.

El general Alejandre comenzó su intervención realizando un breve repaso de los acontecimientos que han tenido lugar en Ucrania en los últimos años, desde la Revolución Naranja de principios de siglo, hasta la actual situación bélica, pasando por la invasión del Donbás en 2014. Después, el exjefe del Estado Mayor advirtió de que “entre las élites políticas occidentales, alcanzar cierto grado de paz a cambio de territorio comienza a ser una posibilidad real. En otras palabras, se está considerando la partición de Ucrania como una hipotética salida al conflicto”. Pero más allá de su resolución final, lo cierto es que el apoyo continúa llegando al país. Así, el general detalló que “la UE ha aprobado un paquete de ayuda financiera de 50.000 millones de dólares hasta 2027, mientras que el Senado de Estados Unidos ha dado a conocer su proyecto de ley de asignaciones suplementarias para proporcionar aproximadamente 16.000 millones más para asistencia de seguridad”. Aunque también reconoció que al otro lado del Atlántico “la incertidumbre aumenta con la posibilidad de una victoria de Donald Trump en noviembre”.

"Las élites políticas occidentales contemplan partir Ucrania como posible salida al conflicto", F. Alejandre (Ex-Jemad y 'advisor' en Reti)

Pese a todo, Rusia también continúa estable económica y militarmente. Según Fernando Alejandre, “el país invasor está impulsando las exportaciones de gas y productos petrolíferos, por lo que no tendrá problemas de liquidez en un futuro próximo. Además, “mantiene intacto el apoyo financiero que le ofrecen China, Irán y Corea del Norte”. A todo esto, hay que sumar, en palabras del advisor de Reti España, que “su movilización industrial ha sido fundamental para sostener el ritmo de agotamiento de material, superando la cantidad de equipos proporcionados por Occidente a Ucrania”. “Mientras el Kremlin está nacionalizando empresas privadas para buscar activos clave —continuó el experto—, los fabricantes europeos de municiones dependen de la fabricación de armas en África y Asia, a lo que hay que sumar la absurda legislación medioambiental europea que nos impide tener grandes fábricas de propulsores en Europa y que provoca enormes retrasos en la asistencia de seguridad occidental”. En cuanto al personal ruso, Alejandre expuso su cálculo: “Tienen unas 60.000 personas en unidades de reserva que, sumadas a las que tienen primera línea, da como resultado una fuerza constituida por más de un cuarto de millón de hombres”.

placeholder Fernando Alejandre, ex-Jemad y 'advisor' en Reti España.
Fernando Alejandre, ex-Jemad y 'advisor' en Reti España.

Altos representantes para reconstruir el país

Tras el análisis del general Alejandre, los asistentes al evento pudieron escuchar al jefe de la Sección Comercial de la embajada ucraniana, quien comenzó aportando algunos datos sobre la destrucción que deja el conflicto: “Se han visto afectados 145.000 habitantes, 120.000 edificios residenciales, casi 3.000 escuelas, 731 hospitales y 520 museos, así como 5.700 instalaciones eléctricas y de prestación de agua. Estos datos no incluyen la infraestructura dañada en las zonas ocupadas”, precisó. Para reconstruir el país, “necesitaremos exportar y que esto repercuta en nuestra economía. En este sentido es muy importante el apoyo que dio el Gobierno de España durante la presidencia de la Unión Europea a la conexión de transporte que unirá por ferrocarril el corredor mediterráneo con Ucrania”, señaló. Asimismo, Ihor Ivanchenko anunció que “se va a crear la figura del alto representante de España para la reconstrucción de Ucrania y el cargo lo ostentará un miembro del Ejecutivo. Esto es algo que ya han hecho otros países como Alemania y es relevante porque el trabajo de reconstruir Ucrania es a largo plazo y se deben aunar los esfuerzos institucionales, con los de los empresarios y autoridades locales”.

"Se va a crear la figura del alto representante de España para coordinar y aunar esfuerzos en la reconstrucción de Ucrania", I. Ivanchenko

A continuación, el diplomático enumeró algunos de los potenciales ucranianos que pueden resultar de interés para occidente, entre los que destacó “los recursos naturales, el bajo coste de producción, una logística desarrollada y el hecho de ser un cruce de civilizaciones”. “Las oportunidades para las empresas occidentales son numerosas —especificó—. Por ejemplo, seguimos desarrollando la industria verde pero necesitamos tecnologías avanzadas. Nuestra movilidad y nuestro transporte están entre los más extensos de Europa y el sistema ferroviario es uno de los más electrificados". Pese a todo, Ihor Ivanchenko incidió en que la clave es “cómo se va a organizar toda esa actividad. Y ahí es donde entra en liza la digitalización para hacer eficientes los procesos”. En este punto, aprovechó para concretar que “existe una página web destinada a coordinar la reconstrucción del país” y solicitó ayuda “para la campaña que ha lanzado la embajada en España con el objetivo de recaudar fondos para la compra de ambulancias blindadas”.

placeholder Ihor Ivanchenko, jefe de la Sección Comercial de la embajada de Ucrania.
Ihor Ivanchenko, jefe de la Sección Comercial de la embajada de Ucrania.

La transición ucraniana y sus oportunidades

La voz de los empresarios ucranianos en el evento fue Myron Wasylyk, head de Rud Pedersen en Ucrania, quien subrayó que “las compañías privadas han sido una importante fuerza de estabilidad y resiliencia. Su esfuerzo queda demostrado en el hecho que antes de la guerra había seis empresas que fabricaban drones y ahora hay más de 250”, confirmó. Bajo su perspectiva, el tejido empresarial es “el que financia en gran medida la resistencia frente a Rusia porque continúan pagando impuestos para asumir los gastos y mantener el Gobierno en funcionamiento, además de invertir en tecnología, que es el factor que determinará quién venza en la contienda”. Asimismo, explicó que “Ucrania está abierta a los negocios y, de hecho, será un caso de estudio económico como ejemplo de recuperación rápida posconflicto. El coste ascenderá a unos 411.000 millones de dólares y el FMI va a poner en marcha un programa de 15.600 millones para apoyar al gobierno a la hora de crear un ambiente que atraiga a inversores extranjeros”.

Myron Wasylyk aclaró que “existirán tres etapas en la reconstrucción de Ucrania. La actual etapa está enfocada en la infraestructura crítica y durará hasta 2025. La segunda fase, ya una vez concluida la guerra, supondrá un desarrollo gradual asociado a una mayor inversión en productividad laboral y se desarrollará entre 2026 y 2030. El tercer periodo estará asociado con la plena integración de Ucrania en la Unión Europea e irá desde 2031 hasta 2032”. Sobre esta última cuestión, aseguró que “las normas de adhesión a la UE son una gran oportunidad para que nuestras empresas aumenten sus estándares y se adapten al mercado europeo”. A este cambio económico se suman otras transiciones: “En primer lugar, el 98% de los ucranianos están orgullosos de ser ciudadanos de un país donde hace 20 años solo lo estaba el 34%. La confianza pública en el ejército está en su punto más alto con un 94%, mientras que el apoyo a la adhesión a la OTAN y a la UE también es muy alto con un 85% y un 91%, respectivamente, cuando hace 10 años estos datos eran la mitad”, remarcó.

placeholder Myron Wasylyk, 'head' de Rud Pedersen en Ucrania.
Myron Wasylyk, 'head' de Rud Pedersen en Ucrania.

"Las empresas son la base de la resistencia porque continúan pagando impuestos e invierten en tecnología", M. Wasylyk (Rud Pedersen)

Respecto al desarrollo y desenlace del conflicto, el responsable de Rud Pedersen en Ucrania afirmó que “en estos momentos Rusia está inmerso en la guerra híbrida, es decir, aquella que tiene lugar en los ámbitos políticos y diplomáticos, y que está relacionada con la desinformación y la ciberseguridad. Concretamente, sus esfuerzos se centran en las redes sociales y otros medios digitales”. ¿Por qué? La clave para Myron Wasylyk hay que buscarla en las futuras elecciones rusas, ya que “Putin necesita desesperadamente ganar antes de los comicios, porque sus pérdidas son terribles: 400.000 bajas de tropas rusas en el campo de batalla —entre fallecidos y heridos—, 6.500 tanques destruidos, 340 aviones y 325 helicópteros derribados, 1.900 misiles de crucero abatidos y 25 buques de guerra hundidos por un país que no tiene marina propia”. Para concluir, el experto se mostró tajante: “No existe alternativa, no solo para Ucrania, sino para todo Occidente. Si perdemos, las fuerzas rusas entrarán en Moldavia, después en Rumanía, Polonia y los estados bálticos. La buena noticia es que no tienen unidad, ni sentido de convicción, ni ningún deseo de ganar. Esta guerra durará entre 12 y 24 meses y no habrá cesión de territorio, porque si lo hubiera, la siguiente etapa de la guerra sería la guerrilla sin fin. Ningún territorio ucraniano jamás pasará libremente a manos de los rusos”, sentenció.

En la distancia, las guerras se ven como un caos total en el que todo es dolor y destrucción. Y, en gran medida, no cabe duda de que es así. Sin embargo, cuando la zona afectada es tan grande como Ucrania, con más de 600.000 kilómetros cuadrados de extensión —frente a los 500.000 que tiene España—, la relevancia del conflicto puede ser desigual entre unas áreas y otras. Esto significa que, a pesar de los bombardeos, las violaciones de los derechos humanos y los desplazamientos de población, el país puede continuar con una relativa actividad cotidiana que conviva con el enfrentamiento bélico. Es cierto que los mercados se ven condicionados por la economía de guerra, pero esto no tiene por qué significar un frenazo y una desaceleración, sino todo lo contrario. Prueba de ello es el dato del PIB ucraniano de 2023, que creció un 5,1%.

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