"Me costó volver a comprar 'online'": Cómo actuar en caso de sufrir una estafa por Internet

"Nunca volví a entrar a la página web de esa tienda y me costó un tiempo volver a comprar online a nivel general", asegura Kimberly Aspillaga, que en diciembre de 2022 sufrió una estafa por Internet por la clonación de una tienda en línea. En los últimos meses, se ha visto un alza significativa en la suplantación de identidad de reconocidas marcas, especialmente en momentos de rebajas donde los usuarios ingresan más a las plataformas para comprar productos. Así como Kimberly, cientos de usuarios han pasado por esta situación: robo de datos, dinero y por supuesto, pasar un mal rato. Para evitarlo existen ciertos consejos, pero también los expertos entregan recomendaciones para actuar rápidamente en caso de que le ocurra esto.

"Cuando se navega por internet, siempre vamos a estar expuestos a amenazas, puesto que existen páginas fraudulentas que se hacen pasar por sitios oficiales de marcas, cuando en realidad no lo son", comenta Emilia Seijo Veiguela, abogada especializada en propiedad industrial del área de Litigios de Pons IP. Por lo mismo, los expertos a nivel general dan ciertas recomendaciones antes de poner sus datos en cualquier web: desde informar a las autoridades, hasta tener dos tarjetas bancarias. "Antes de comprar online, lo que hay que hacer es tomar precauciones y dar solo los datos que sean estrictamente necesarios. Hay que desconfiar si es que piden datos de forma excesiva", apunta José Antonio Torrado, responsable del área de Compliance de Santiago Mediano Abogados.

En el caso de Kimberly no le pidieron datos excesivos, por lo que no tuvo muchas señales para sospechar. "Era época de Navidades, había ofertas y yo necesitaba ropa deportiva. No conocía la marca que me recomendaron, entonces nunca había visitado su web. Para entrar metí el nombre en Google e ingresé al primer resultado que arrojó", narra Aspillaga sobre su historia. Para ella la página era normal, los precios estaban en euros y las imágenes estaban en perfecta calidad. Nada que desconfiar. Entonces añadió los productos a la cesta, escribió sus datos y se confirmó todo. El problema y las dudas comenzaron cuando recibió un correo de confirmación de compra donde salía el valor de la transacción en otra moneda internacional. "Me saltó una alerta en el banco de que estaba intentando comprar en el extranjero, les llamé y al no saber todavía si era una estafa, me recomendaron bloquear la tarjeta solamente".

La vía más factible si sufre una situación así es dirigirse al banco o al intermediario, que en ocasiones se sabe que son intermediarios, y por esa vía intentar que valoren el perjuicio que ha sufrido como usuario. Los pasos a seguir, según coinciden todos los especialistas, es acudir a la Policía, hablar con los bancos o entidades financieras, cambiar las contraseñas, correos electrónicos, activar la autenticación en dos pasos para acceder a las cuentas y monitorizar las cuentas de servicios básicos después de ser víctima de esta situación en caso de que se haga algún cambio. También recomiendan limitar la información, revisar la privacidad de la web y las cookies, tener tarjetas con seguros antifraudes o tarjetas monedero con montos limitados.

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Raúl Bercovitz, socio de Propiedad Industrial de Santiago Mediano Abogados, también dice que para prevenir estas situaciones existen otros factores: fijarse en que el dominio coincide con el nombre de la compañía y no hay faltas de ortografía o detalles, desconfiar si no es ".com" o ".es" en el caso de España, que los textos y fotografías estén completos, mirar los datos de contacto, entre otros. "Normalmente, las páginas suplantadas se nutren de las originales. Sacan todas las fotos de los productos y los ponen en la página falsa. Pero luego hay pequeños detalles. Es que si tú te tomas la molestia, lo puedes detectar. Por ejemplo, ver bien las especificaciones de los productos, las políticas generales de la empresa de protección de datos, y yo recomiendo siempre desconfiar de supergrandes ofertas", añade a todos los otros puntos el socio experto en litigación y arbitraje de Fourlaw Abogados, Andrés Herzog.

¿Qué pasa con mis datos?

"Si caemos en la trampa y damos estos datos a los ciberdelincuentes, estamos poniendo en peligro no solo los nuestros sino también de terceros, pues dependiendo del tipo de datos que entreguemos, el ciberdelincuente puede acceder incluso a nuestro ordenador y apoderarse de información que este contenga", señalan desde la Asociación para la Defensa de la Marca, Andema. Además, el tratamiento de dichos datos debe considerarse ilícito, puesto que en su obtención no se han seguido los requerimientos exigidos por el RGPD.

"Ello daría pie a una denuncia del consumidor afectado y a que la AEPD iniciase un procedimiento sancionador contra el infractor. Otra cosa son las perspectivas reales de que dicho procedimiento acabe en una sanción ejecutable en la persona del estafador que, normalmente, se encuentra fuera de nuestras fronteras", opina José Carlos Erdozain, abogado especialista en Protección de Datos y of counsel de Pons IP, que también recomienda que si se sospecha de algún elemento durante el momento de la compra, se cancele cualquier tipo de contratación.

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"Lamentablemente, es poco lo que puedes hacer: dar de baja tus datos personales, tu nombre no lo puedes hacer, pero el correo electrónico, y luego, por supuesto, lo que son los sistemas de pago, las tarjetas, claves, entre otros. Una vez que están circulando impedirlo es difícil", indica Herzog. Por esta misma razón, Kimberly cuando sufrió este robo, avisó inmediatamente a sus cercanos e incluso contactó a la marca: "Cuando me di cuenta de que era una cuenta falsa, llamé al banco para confirmarles lo ocurrido, fui a Policía y luego, con la denuncia, pude recuperar mi dinero con mi entidad bancaria. Pero después contacté a la marca para contarles lo que estaba ocurriendo y para evitar que esto le pase a otros", sentencia la víctima de este robo.

¿Qué pueden hacer las marcas?

"Las empresas para tratar de perseguir estas prácticas cuentan con la opción de incluir información en su web orientada a instruir al consumidor en la detección de falsificaciones y fraudes online de su marca, desde cómo detectarlo a través de la disposición y características del logo, listado de distribuidores autorizados, e información sobre cómo ellos actúan en su lucha contra la piratería. Esto es muy importante a la hora de generar confianza en el consumidor", indica Seijo Veiguela.

Bercovitz aclara que las marcas también deben acudir a la policía en caso de que se les suplante la identidad. Además, dice que las marcas suelen registrar marcas de dominio defensivo, es decir, registran nombres parecidos a los originales con el objetivo de evitar el phishing. "Lo que pocos tienen y deberían, es un equipo de técnicos informativos que de alguna manera se dediquen a detectar y a monitorizar la existencia de este tipo de posibles fraudes".

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"La gran mayoría de marcas que conocemos invierten gran cantidad de recursos económicos y humanos en proteger sus páginas web de estos posibles fraudes, la mayoría de ellas cuentan con equipos que tratan de blindarse ante este tipo de fraudes. No obstante, la velocidad a la que estos delitos avanza a veces es muy rápida y las marcas requieren de un juez que autorice el cierre de estas páginas web, esto a veces resulta algo complicado y se demora algunos días en el tiempo", finalizan desde Andema.

En este sentido, los expertos recomiendan a los millones de usuarios de internet ser cuidados y fijarse cada vez más en los detalles. Cada día surgen nuevas estafas, por lo que un mal movimiento puede llevar a perder millones. Al igual que Kimberly, que una vez que sufrió esta estafa, comenzó a ser más cuidadosa: "Antes llegaba y compraba, ahora me fijo muy bien que sea una página oficial, y hasta el día de hoy, tengo más precaución", finaliza.