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Joaquín Rivero contra todos: la banca española se alía con el ex presidente de Gecina
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EL INMOBILIARIO SE RESISTE A ENTREGAR SU JOYA FRANCESA

Joaquín Rivero contra todos: la banca española se alía con el ex presidente de Gecina

Joaquín Rivero vuelve a estar en el centro de la diana. El empresario jerezano, único superviviente del devaluado sector del ladrillo, considerado dentro del gremio como

Foto: Joaquín Rivero contra todos: la banca española se alía con el ex presidente de Gecina
Joaquín Rivero contra todos: la banca española se alía con el ex presidente de Gecina

Joaquín Rivero vuelve a estar en el centro de la diana. El empresario jerezano, único superviviente del devaluado sector del ladrillo, considerado dentro del gremio como el más brillante y astuto inmobiliario español, vive una complicada situación en su última gran aventura empresarial. Dentro de cuatro semanas, el próximo 15 de junio, afrontará la junta de accionistas decisiva, que puede reducir su presencia en el consejo de administración hasta el punto de perder el poder.

 

A medio camino entre Madrid y Paris durante los cuatro últimos años, el propietario y presidente de Gecina libra una batalla sin cuartel contra la extraña pareja de conveniencia formada por dos accionistas, la inmobiliaria española Metrovacesa (27%) y Predica (8%), filial aseguradora de Credit Agricole. Pareja a la que debe sumarse la participación extraordinaria del ex presidente de Gecina, Antoine Jeancourt-Galignani, consejero independiente en representación de los minoritarios.

El pasado mes de febrero, Rivero canceló el canje por el que Metrovacesa devolvía su 27% en Gecina a cambio de un paquete de activos equivalente a 1.800 millones de euros. Una escisión abortada que ha enfrentado al empresario jerezano con los nuevos propietarios de Metrovacesa, es decir, BBVA, Banesto, Santander, Caja Madrid, Banco Popular y Banco Sabadell, que reclaman mayor representación en la inmobiliaria francesa después de tener que continuar a la fuerza como accionistas.

“Los bancos necesitan visibilidad”, explica el primer ejecutivo de una entidad competidora. “Rivero está acostumbrado a ir por libre, aunque la postura de los bancos se trata de un pulso para conseguir más capacidad de decisión”. Más poder o, directamente, pasar a controlar Gecina, una inmobiliaria patrimonialista que ha esquivado la crisis gracias a su portfolio de inmuebles en el corazón de París y cuya caja puede servir a los bancos para enderezar el rumbo de Metrovacesa, en pérdidas y necesitada de refinanciar la deuda de 6.000 millones.

El ariete mediático

Además de la resistencia institucional que representan los bancos, tanto españoles como franceses, el principal ariete mediático de Rivero es su antecesor en el cargo. Ex presidente del antiguo Banco Indosuez y de la Bolsa de París, Galignani vive para recuperar su trono de Gecina, “una derrota de la que todavía no se ha repuesto”, según un banquero francés. Desde entonces, su objetivo es Rivero, contra el que generado un clima de opinión adverso entre las más altas instancias francesas.

Uno de los argumentos azuzados más ardorosamente tiene que ver con la comparación entre Joaquín Rivero y Luis Del Rivero. Después de la controvertida entrada de la constructora española Sacyr en la francesa Eiffage, que pretendió hacerse con la compañía controlando un 33%, Galignani ha agitado el árbol del antiespañolismo, atribuyendo a la especie empresarial procedente del sur de los Pirineos los peores usos mercantilistas para quedarse con las joyas del tejido industrial francés.

Joaquín Rivero vuelve a estar en el centro de la diana. El empresario jerezano, único superviviente del devaluado sector del ladrillo, considerado dentro del gremio como el más brillante y astuto inmobiliario español, vive una complicada situación en su última gran aventura empresarial. Dentro de cuatro semanas, el próximo 15 de junio, afrontará la junta de accionistas decisiva, que puede reducir su presencia en el consejo de administración hasta el punto de perder el poder.

Joaquín Rivero Metrovacesa