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Botín tiene que ampliar capital ante el fracaso de la venta de activos y la necesidad de liquidez
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NO ACUDIRÁ AL FONDO DEL GOBIERNO

Botín tiene que ampliar capital ante el fracaso de la venta de activos y la necesidad de liquidez

Emilio Botín ha hecho de la necesidad virtud, como es habitual en el Santander, y ha convertido un fracaso -la venta de activos que tenía prevista

Emilio Botín ha hecho de la necesidad virtud, como es habitual en el Santander, y ha convertido un fracaso -la venta de activos que tenía prevista el banco- en una potencial victoria: ser el primero en ampliar capital si al final van a tener que hacer lo mismo el resto de bancos españoles. Porque no cambia es la imperiosa necesidad de liquidez de prácticamente todas las entidades, y de algún sitio tiene que salir. El Santander no encuentra comprador para Cepsa, Banco de Venezuela, su gestora de fondos y su negocio de seguros. Otra posible alternativa era acudir al fondo de rescate del Gobierno, pero fuentes de la entidad lo han descartado. Así las cosas, lo mejor era ampliar capital directamente.

Podía haber intentado colocar otro tipo de títulos, como cédulas (tal como están haciendo algunas cajas), bonos, convertibles, etc., pero ahora mismo los depósitos al 6% son imbatibles desde que el Gobierno ha subido la garantía a 100.000 euros, explica un experto del mercado. Por eso, da lo mismo colocar directamente acciones, que es la liquidez de mejor calidad porque te permite reforzar los ratios de capital. De hecho, el banco ha señalado como principal objetivo de su ampliación de 7.200 millones de euros la elevación de su core capital desde el 6,31% actual hasta el 7%.

En todo caso, la propia entidad niega que tenga problemas de solvencia ni que los prevea en el futuro (sólo dice que se siente más cómoda si mejora sus ratios), de lo que se deduce que el problema principal es la liquidez. A principios de octubre, el Santander tenía pendientes vencimientos de deuda en lo que quedaba de 2008 por 12.800 millones y, en 2009, por 30.012 millones (según Bloomberg) o 20.649 millones (según la entidad). Asimismo, en la presentación de la operación se cita explícitamente la escasez y alto coste de la liquidez.

Nadie paga lo que pide Botín

Según la última presentación de resultados, Botín tenía previsto vender el Banco de Venezuela (por el que pedía 1.800 millones de dólares, unos 1.400 millones de euros), así como los activos compartidos en ABN, Cepsa, la gestora de fondos y los seguros. La venta de estos dos últimos negocios -valorados por el banco en torno a 3.000 y 3.500 millones, respectivamente- fue descartada en dicha presentación ante la imposibilidad de lograr unos precios tan altos en las actuales condiciones de mercado (al que ya había adelantado El Confidencial en agosto).

Respecto a la de su 31,6% en Cepsa -por el que podría haber obtenido 4.400 millones de IPIC- se frustró en el último momento. De la ampliación de hoy se deduce que también renuncia a la venta de la entidad venezolana al Gobierno de Hugo Chávez, al menos de momento.

La alternativa de acudir al Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) del Gobierno ha sido descartada por el mal diseño de este plan, que han criticado distintas entidades. Por un lado, está la tardanza del plan en inyectar el dinero y, por otro, su escasa dotación: en 2008 sólo se subastarán 10.000 millones entre compras en firme (cédulas) e inyecciones con colateral (titulizaciones), de los que el Santander obtendría como mucho 1.000 dado el tope del 10% para una sola entidad. Con la ampliación, obtiene de golpe 7.200 millones. Además, pretenden seguir acudiendo a las subastas 'barra libre' del BCE al 3,25%.

Atraer al accionista actual

Además, el banco ha preferido colocar los títulos entre los actuales accionistas, ya que las alternativas -inversores institucionales, como en el caso de Barclays, o fondos soberanos- pedían un descuento tan grande que merecía la pena reservarla para los minoristas.  Esta operación, además, no tiene riesgo para el Santander, ya que está totalmente asegurada por parte de Bank of America y su ahora filial Merrill Lynch. En todo caso, en el banco están convencidos de que no tendrán que quedarse más que con un porcentaje marginal porque esperan colocar sin problemas el grueso de la ampliación entre los accionistas actuales.

Para ello, el Santander ofrece unas condiciones muy atractivas, en especial el descuento del 46% respecto al cierre del viernes. El otro gran argumento comercial del banco es la enorme rentabilidad por dividendo que supone ese precio de 4,5 euros por acción, cercana al 15% si el banco cumple su promesa de mantener estable el dividendo en 2009 respecto a 2008, y que el de este año sea superior al de 2007 (que fue de 0,65 euros por acción en total).

Emilio Botín ha hecho de la necesidad virtud, como es habitual en el Santander, y ha convertido un fracaso -la venta de activos que tenía prevista el banco- en una potencial victoria: ser el primero en ampliar capital si al final van a tener que hacer lo mismo el resto de bancos españoles. Porque no cambia es la imperiosa necesidad de liquidez de prácticamente todas las entidades, y de algún sitio tiene que salir. El Santander no encuentra comprador para Cepsa, Banco de Venezuela, su gestora de fondos y su negocio de seguros. Otra posible alternativa era acudir al fondo de rescate del Gobierno, pero fuentes de la entidad lo han descartado. Así las cosas, lo mejor era ampliar capital directamente.

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