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La CNMV sólo abrió cuatro expedientes en 2007 pese a la multitud de escándalos bursátiles
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MEMORIA ANUAL DEL SUPERVISOR

La CNMV sólo abrió cuatro expedientes en 2007 pese a la multitud de escándalos bursátiles

La necesidad de un cambio en el modelo de supervisión como el que ha puesto en marcha el Gobierno parece evidente a la luz de la

Foto: La CNMV sólo abrió cuatro expedientes en 2007 pese a la multitud de escándalos bursátiles
La CNMV sólo abrió cuatro expedientes en 2007 pese a la multitud de escándalos bursátiles

La necesidad de un cambio en el modelo de supervisión como el que ha puesto en marcha el Gobierno parece evidente a la luz de la ineficacia de la CNMV en 2007: sólo abrió cuatro expedientes sancionadores en un ejercicio que fue tremendamente pródigo en escándalos y en uso y abuso de información privilegiada, según la memoria del supervisor publicada ayer.

No se dice a quién se refieren estos cuatro expedientes, tan sólo que afectan a seis presuntas infracciones, cuatro de ellas muy graves (tres por uso de información privilegiada y una por resistencia a la actuación inspectora), y dos graves, ambas por información privilegiada.

Esta cifra se antoja ínfima en relación con la gran cantidad de escándalos vividos por el mercado español el año pasado, empezando por el que provocó la dimisión del propio presidente de la CNMV, Manuel Conthe, por las presiones políticas sufridas en la OPA de Endesa. Esta operación registró una flagrante acción concertada entre Enel y Acciona, que se han ido de rositas, y se cerró, como recordarán, con un acuerdo bastante cuestionable entre estas dos empresas y E.ON que tampoco ha sido investigado y que provocó pérdidas a numerosos inversores que vendieron antes de tiempo.

Pero si hablamos puramente del mercado, tenemos numerosos casos en el que el uso de información privilegiada era algo más que una sospecha. Algunos ejemplos fueron el 'golpe de Estado' en Vueling, las supuestas ofertas por Iberia o la OPA de Aguas de Barcelona.

Calentando valores

En ese deporte nacional llamado calentar valores, el rey indiscutible de 2007 fue Javier Tallada, que el año pasado protagonizó el famoso 'metesaca' de Jazztel (compró, calentó y vendió con jugosa plusvalía), la rocambolesca historia de las posiciones bajistas en la empresa que preside, Avanzit (compañía que también se ha calentado en 2008 por una supuesta OPA que estaba diseñando Lazard) o la compra del 8,6% de Amper para luego venderlo a su socio Tvikap. Asimismo, Tallada usó la salida a bolsa de Vértice 360 para lograr colocar una complicada ampliación de capital de Avanzit.

Otro escándalo fue el de los pactos secretos de Enrique Bañuelos con los principales accionistas de Astroc en los que les garantizaba un precio de salida si el valor bajaba, que finalmente no pudo cumplir porque dicha caída fue una de las mayores de la historia bursátil española. Los términos de esos pactos nunca fueron comunicados a la CNMV para el conocimiento público, pese a que el propio Bañuelos tuvo que declarar ante Garzón por este asunto. Aparte de las sospechas de que hubo manipulación del valor tanto en su ascensión como en su desplome.

Segura, peor que Conthe

Julio Segura no sólo no se ha enterado de la mayoría de estos escándalos, según se desprende de esos cuatro expedientes abiertos, sino que ha empeorado la ya de por sí discreta marca de Conthe en 2006, cuando abrió nueve expedientes. Respecto al número de expedientes cerrados, también vence Conthe: 14 en 2006 frente a nueve en 2007 (de los cuales uno venía desde 2003, lo que da idea de la celeridad del supervisor).

Lo mismo ocurre con el número de sanciones impuestas por el regulador, que ha bajado de 29 hace dos años hasta 14 el año pasado. Eso sí, el importe de las multas se disparó en 2007 desde 2,4 a 18,6 millones de euros. La razón estriba en la supermulta impuesta por el supervisor al chiringuito financiero Aurea Negocios, de 16 millones de euros.

En todo caso, la CNMV ya se puso el año pasado la venda antes de la herida: se quejó de que la falta de sanciones graves en la Ley del Mercado de Valores anima a utilizar información privilegiada -el importe de la posible multa es infinitamente inferior a la ganancia potencial- e incluso hizo un estudio en el que se reconoce el abuso de mercado generalizado en nuestro país.

En ese estudio, se explicaba el fracaso del supervisor porque "detectar el acto ilícito es complicado debido al elevado número de intermediarios y de operaciones diarias, la rapidez con que se efectúan y la interconexión de los mercados mundiales. Y, aunque se haya detectado un caso de posible uso de información privilegiada, resulta también difícil poder probarlo y sancionarlo”. Como ya dijo en su día el ex presidente de la CNMV, Juan Fernández-Armesto, “al final acabas pillando al marido de la secretaria”.

La necesidad de un cambio en el modelo de supervisión como el que ha puesto en marcha el Gobierno parece evidente a la luz de la ineficacia de la CNMV en 2007: sólo abrió cuatro expedientes sancionadores en un ejercicio que fue tremendamente pródigo en escándalos y en uso y abuso de información privilegiada, según la memoria del supervisor publicada ayer.

CNMV Manuel Conthe Memoria