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La pandemia acaba con el café: el consumo mundial cae a mínimos de una década
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La pandemia acaba con el café: el consumo mundial cae a mínimos de una década

La expansión del coronavirus, con el teletrabajo y los confinamientos, ha provocado una crisis en la industria del café. Los exportadores, cerca de perder dinero con la producción

Foto: Una trabajadora recoge granos de café en Costa Rica. (EFE)
Una trabajadora recoge granos de café en Costa Rica. (EFE)
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El coronavirus ha conseguido lo que jefes de todo el mundo se veían incapaces de lograr: terminar con la peregrinación de media mañana a la máquina de café. Muchos trabajadores han dejado de ir a las oficinas, han dejado de socializar entre tarea y tarea y, además, han dejado de beber café.

De hecho, el consumo mundial de esta bebida está en su nivel más bajo desde el año 2011. El cierre de los bares, restaurantes y, además, de los centros de trabajo están provocando una enorme herida en la industria cafetera, que da trabajo a 125 millones de personas.

La situación del sector es muy mala. El 25% del consumo mundial se realiza en bares y cafeterías, establecimientos que han estado cerrados varios meses por el confinamiento. Ese pico de clientes a primera hora de la mañana, cerca del mediodía y a primera hora de la tarde se ha perdido. Es cierto que ha subido el consumo en casa, pero como explican desde Fitch Solutions, se ha producido un "giro a cafés más baratos, al café instantáneo. La gente se está apretando el cinturón".

placeholder Precio medio del café desde 1992 a 2020. (Fuente: IHS Markit)
Precio medio del café desde 1992 a 2020. (Fuente: IHS Markit)

La industria llevaba 10 años con avances en las ventas. Pero la década de bonanza no ha servido para frenar el hundimiento que se está produciendo y que, según apuntan los expertos, va a seguir agravándose. Los analistas de Citigroup prevén una caída del 10% de los futuros del café arábica en el segundo semestre del año. Ese retroceso podría llevar los precios por debajo de los 96 céntimos por libra, cerca del punto que supondría para los agricultores perder dinero.

La producción está en peligro. Según un informe del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, la pandemia ha provocado una enorme volatilidad en los futuros del café. Brasil y Colombia, dos de los principales productores, han sufrido el golpe del virus justo cuando se preparaban para la temporada de recolección del grano.

placeholder Precio de los futuros del café en centimos por libra. (Fuente: IHS Markit)
Precio de los futuros del café en centimos por libra. (Fuente: IHS Markit)

En marzo los futuros cayeron por debajo de los 1,02 dólares por libra, para luego dispararse en muy poco tiempo hasta más allá de los 1,30 dólares. Fue un espejismo, porque la caída actual va camino de romper el suelo de los 90 céntimos. Por comparar, la media del último lustro sitúa el precio medio de la libra de café en 1,23 dólares.

"Los efectos reales dependerán de la oferta y la demanda, y de como la industria se anticipa y responde a ello. Será clave la capacidad de cada país para controlar el virus en un momento en el que el pico de trabajo está en lo más alto por la cosecha", dice el informe de dicho Instituto.

Muy poca demanda

Si hay que fiar la recuperación de la industria a la demanda, la situación solo va a ir a peor. En un estudio publicado este mismo lunes los expertos de IHS han explicado que "no vemos una mejora en el mercado. El virus está acabando con la demanda".

Lo cierto es que las exportaciones de café han caído en junio otro 2% respecto a mayo. La Organización Internacional del Café (ICO por sus siglas en inglés) señala que en mayo se exportaron 10,49 millones de sacos de café (cada saco equivale a 60 kilos), un 15% menos que en el mismo periodo del año pasado.

La situación es especialmente grave en países como Honduras, que ha visto como en junio apenas salieron de sus fronteras 651.746 sacos de café, un 27% menos que en el mismo mes del año anterior, según los datos del Instituto Hondureño del café.

placeholder Evolución de los principales exportadores. (Fuente: ICO)
Evolución de los principales exportadores. (Fuente: ICO)

En marzo las cosas iban relativamente bien. Los niveles de exportación de los 10 principales productores no estaban registrando repuntes espectaculares, pero sí que, como poco, mantenían el tipo respecto a la media de los últimos cinco años. De hecho, Guatemala, Nicaragua o Uganda conseguían su mejor marzo del último lustro. Eso fue antes de que la pandemia se llevara todo por delante.

Ese pico de mediados de las primeras semanas del virus fue un espejismo, una situación que un informe del ICO achaca al "repunte de las ventas en supermercados por el pánico al desabastecimiento y al consumo en casa en las primeras fases de los confinamientos".

La expansión de la crisis ha provocado además un 'shock' en el empleo del sector. Grandes productores como Colombia o Costa Rica no tienen mano de obra para afrontar la recogida del grano. Los granjeros costarricenses dependían de los trabajadores de la vecina Nicaragua, que cruzaban la frontera atraídos por la oferta de empleo. Pero las fronteras están ahora cerradas y ambos países enfrentados, debido a las críticas de Costa Rica a cómo sus vecinos del norte han gestionado la pandemia.

placeholder Un hombre trabaja grano de café en Panamá. (EFE)
Un hombre trabaja grano de café en Panamá. (EFE)

Esta carencia de trabajadores ha provocado que muchos productores y granjeros están empleando a niños para hacer el trabajo que no pueden hacer los adultos. La Organización Internacional del Café ya ha alertado del aumento de menores trabajando en los campos recogiendo grano.

Desde dicha organización advierten también de que "los fuertes movimientos de los futuros podrían haber atraído a los especuladores" y piden a los gobiernos "una reducción temporal de los impuestos sobre el café" para tratar de estimular la maltrecha demanda.

El coronavirus ha conseguido lo que jefes de todo el mundo se veían incapaces de lograr: terminar con la peregrinación de media mañana a la máquina de café. Muchos trabajadores han dejado de ir a las oficinas, han dejado de socializar entre tarea y tarea y, además, han dejado de beber café.

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