Wall Street se apoya en el paro para poner fin a cinco sesiones de caídas

Era el dato más esperado de la semana y no ha decepcionado. El desempleo en Estados Unidos se redujo en el mes de noviembre en 203.000 personas, con lo que la tasa de paro ha caído del 7,3% al 7%. Y eso cuando se esperaba la creación de 185.000 nuevos puestos de trabajo y una tasa del 7,2%.

A pesar de las buenas noticias, no era fácil saber cómo se lo iba a tomar el mercado. En condiciones normales, un buen indicador económico se traduce en compras generalizadas en las bolsas, sin embargo, hace tiempo que las condiciones dejaron de ser normales y todo apuntaba que una tasa de desempleo mejor de lo esperado se tradujera en más correcciones en el parqué neoyorquino, en tanto que hace crecer las especulaciones sobre un adelanto de la retirada de las medidas de estímulo por parte de la Reserva Federal.

Pero no ha sido así. Tras cinco sesiones consecutivas de caídas Wall Street, han vuelto a ver aparecer por el encerado a los alcistas. El más amplio Standard & Poor´s 500 ha avanzado un 1,1% hasta los 1.805puntos básicos, mientras que el Dow Jones de Industriales ha sumado un 1,2% hasta los 16.020 puntos y el tecnológico Nasdaq ha avanzado el 0,7% hasta los 4.062 enteros.

No en vano, el desempleo ha caído a su nivelmás bajo de los últimos cinco años, lo que pone de manifiesto que los progresos que se están consiguiendo en el mercado laboral pueden ser la chispa definitiva para la recuperación económica. Y es que el dato llega después de que ayer el PIB del país correspondiente al tercer trimestre del año mostrara un crecimiento mayor de lo esperado, del 3,6%, como consecuencia del fuerte aumento de los inventarios de las empresas.

En cualquier caso, la demanda subyacente continúa siendo floja como ha quedado patente esta semana, lo que puede estar haciendo pensar a los inversores que a pesar de estas buenas cifras esconómicas la Fed puede mantener los estímulos por el momento y que en la reunión de los días 17 y 18 de diciembre no anunciará el inicio del llamado tapering, como se conoce a la reducción de las compras de bonos en el mercado.