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España puede aprovechar el apetito por el riesgo para arriesgarse con el largo
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ALEMANIA PINCHA EN UNA SEMANA EN LA QUE SE VENDEN 41.300 MILLONES

España puede aprovechar el apetito por el riesgo para arriesgarse con el largo

Teniendo en cuenta que esta semana se han colocado 41.300 millones de euros en deuda soberana en la eurozona y que Alemania ha sido la única

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España puede aprovechar el apetito por el riesgo para arriesgarse con el largo

Teniendo en cuenta que esta semana se han colocado 41.300 millones de euros en deuda soberana en la eurozona y que Alemania ha sido la única que ha tenido problemas en su subasta, se puede afirmar que algo está cambiando en el mercado. Los inversores poco a poco empiezan a aceptar algo más de riesgo en detrimento de la seguridad que ofrece la deuda germana.

“Es el fin de los tipos cero en Alemania”, asegura Alberto Matellán, director de análisis macro y renta fija de Inverseguros. “Las subastas son flojas en el momento en el que el inversor ya está con la mosca detrás de la oreja de que esto se da la vuelta”.

Un cambio de tendencia que se ha producido una vez el Banco Central Europeo se ha rebelado contra Alemania y ha decido reactivar el programa de compra de bonos a pesar de la oposición germana, motivada entre otros muchos factores porque hasta la fecha ha tenido una postura de financiación muy cómoda con interés negativo.

Así, mientras que Alemania lleva dos semanas consecutivas sin cubrir sus objetivos y se ha tenido que conformar con vender la mitad de los 5.000 millones previstos en cada una, ayer Irlanda volvió a salir al mercado –segunda vez desde que fue rescatada- y consiguió pagar un interés del 0,7% por 500 millones a tres meses.

Italia, por su parte, captó el jueves a la vez 6.500 millones a medio plazo y 12.000 millones el miércoles a corto, aunque en el caso de la deuda transalpina hay que tener en cuenta que juega a su favor el factor doméstico, siendo el país de la eurozona donde más demanda no institucional (15%) hay de los países de la zona euro.

“Hasta ahora los inversores buscaban refugio en el bono alemán dadas las incertidumbres en todo el mercado europeo”, explica a Cotizalia.com Javier Ferrer, director de la mesa de renta fija de Ahorro Corporación, “pero ahora hay algo más de gusto por el riesgo y España debería aprovecharlo”.

No en vano, desde el pasado mes de abril, el Tesoro, aprovechando que había hecho acopio de financiación en el primer trimestre, ha salido al mercado con unas emisiones muy bajas, que no superaban los 3.000 millones de objetivo para salvar las elevadas rentabilidades que le estaba exigiendo un mercado, que no veía nada clara una solución para la crisis del país.

Pero desde que el BCE confirmó lo que los mercados querían oír, las rentabilidades han vuelto a unos niveles más cómodos, muy lejos del 7% que llegó a marcar el diez años en julio. “La subasta importante es la del jueves de la semana que viene y el Tesoro debería tomar una acción más arriesgada y ver la profundidad que tiene el mercado a largo plazo”, asegura Ferrer.

España tiene que volver al largo

“No sé hasta qué punto estaría preparando una subasta de deuda a diez años e igual nos sorprende sacando un nuevo bono. No es mal momento y el mercado lo necesita”, concluye Ferrer.

Y es que España podría aprovechar el sensible aumento de la demanda para ir más allá del corto y medio plazo que ha venido vendiendo. Además, no puede olvidar que ya sólo quedan dos semanas para el mes maldito, octubre, al que se enfrenta a unos vencimientos de 20.000 millones de euros.

En este sentido, fuentes del mercado no descartan que en las emisiones que quedan de aquí a final de año se batan los objetivos de colocación, como se hizo entre enero y marzo e, incluso, salga al paso con otra colocación privada por sorpresa como la realizada el pasado lunes de 6.000 millones de euros entre privados.

“Es el momento perfecto para vender deuda tanto para los gobiernos como para las empresas”, asegura Matellán. “No sólo porque está barato sino porque no sabemos lo que va a durar y cuando hace dos meses era muy difícil o imposible colocar”.

De hecho, al margen de los soberanos, las empresas están saliendo como locas al mercado aprovechando una ventana de liquidez que no se sabe cuando puede volverse a cerrar. La última en unirse a Telefónica, Banesto, Sabadell, Santander o Gas Natural es Repsol, que ayer confirmó estar estudiando una emisión de a medio plazo.

Teniendo en cuenta que esta semana se han colocado 41.300 millones de euros en deuda soberana en la eurozona y que Alemania ha sido la única que ha tenido problemas en su subasta, se puede afirmar que algo está cambiando en el mercado. Los inversores poco a poco empiezan a aceptar algo más de riesgo en detrimento de la seguridad que ofrece la deuda germana.