Golpe de mano de Isidro Fainé, que adelanta en casi dos años el relevo de Fornesa al frente de La Caixa

Isidro Fainé convocó ayer en la sede de la Diagonal 621 una reunión extraordinaria del Consejo de Administración de La Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona, La Caixa, con almuerzo incluido, para explicar a unos todavía sorprendidos consejeros los pormenores del espectacular golpe de timón producido en la cúpula de la entidad, con la dimisión del hasta ahora presidente, Ricardo Fornesa, y su sustitución en el cargo por el propio Fainé.

Fainé no hizo sino confirmar la información aparecida ayer en este diario (ver El Confidencial), según la cual la dimisión de Fornesa se producirá oficialmente en la reunión del consejo, previa a la celebración de la Asamblea General de la entidad, a celebrar mañana jueves 7 de junio, así como el posterior ascenso a la presidencia de Isidro Fainé.

Según las fuentes, al hasta ahora número dos y hombre fuerte de la caja, siempre al mando de la situación, le falló esta vez el control de la información, en poder el lunes por la tarde de este diario y de un salmón, de forma tal que la propia Caixa decidió filtrar la noticia a la agencia EFE a última hora de la noche. De un modo u otro, el caso es que el consejo se enteró del maremoto por los periódicos, lo que hizo obligado el almuerzo de ayer.

Todo apunta a un golpe maestro de Fainé, que ha sabido aprovechar los tiempos políticos que corren: alarmante pérdida de peso del Gobierno en Madrid y un tripartito muy controlado, muy bien tratado, particularmente por lo que a su presidente, José Montilla, se refiere, en Cataluña. El caso es que el viernes 1 de junio, el dúo Fainé-Fornesa decidió adelantar unos cambios previstos para el mes de noviembre, después de la salida a Bolsa de Caixa Holding. Se acabaron las incertidumbres.

Tratándose de un hombre de la personalidad de Isidro Fainé, es evidente que La Caixa se encamina a una presidencia claramente ejecutiva, en una especie de retorno a los tiempos de Josep Vilarasau. Queda por determinar quién será su número dos, el director general del negocio, asunto que ayer desató todo tipo de especulaciones en Barcelona.

De acuerdo con distintas fuentes, el primer candidato es Ángel Simón, director general del Grupo Agbar y hombre de confianza del propio Fainé, un muy buen gestor que, sin embargo, no cuenta con experiencia bancaria, a pesar de lo cual “hoy por hoy es quien más papeletas tiene”.

De nuevo, José María Nin

A última hora de ayer ganaba fuerza la candidatura de Juan María Nin, actual consejero delegado del Banco Sabadell y profesional muy valorado por Fainé, entre otros muchos. El 29 de junio del pasado año, este diario ya dio cuenta (ver noticia) de una tentativa en tal sentido, que el aludido descartó asegurando “estar encantado en el Sabadell, donde se trabaja horrores pero donde los resultados están siendo excelentes”.

Nin es un directivo que goza de un gran cartel en el mundo financiero desde antes de que, en enero de 2002, abandonara la dirección general de banca de empresas del Santander Central Hispano (fue el primero en dejar a Botín tras la salida de Amusátegui) para fichar por el Sabadell de Josep Oliú. Pero ese intento frustrado parece haber cerrado la puerta a un cambio ahora, entre otras cosas porque Nin sigue “encantado con el Sabadell”.