Es noticia
Lao fue a Argentina a un encuentro secreto con Codere y Casino Club para repartirse el mercado bonaerense
  1. Mercados

Lao fue a Argentina a un encuentro secreto con Codere y Casino Club para repartirse el mercado bonaerense

Manuel Lao no sólo viajó Argentina para felicitar las Navidades al personal de Cirsa en aquel país. El pasado jueves 14 de diciembre, cuando fue detenido

Foto: Lao fue a Argentina a un encuentro secreto con Codere y Casino Club para repartirse el mercado bonaerense
Lao fue a Argentina a un encuentro secreto con Codere y Casino Club para repartirse el mercado bonaerense

Manuel Lao no sólo viajó Argentina para felicitar las Navidades al personal de Cirsa en aquel país. El pasado jueves 14 de diciembre, cuando fue detenido por las autoridades aduaneras de Buenos Aires (ver noticia publicada ayer), el empresario español tenía concertada una reunión secreta con otros dos grandes operadores de juego: la española Codere, propiedad de la familia Martínez Sampedro, y la austriaca Casino Club, presidida por Cristóbal López, amigo de Néstor Kirchner. El objetivo no era otro que repartirse el negocio del juego en Buenos Aires.

“Quieren llegar a un pacto de no agresión para el futuro concurso sobre los bingos de capital federal”, señala una fuente del sector. Los tres gigantes –Codere es potente en bingos, Cirsa en casinos y Casino Club en máquinas tragaperras- están negociando para repartirse el 'pastel'. Todo ello a pesar de la rivalidad existente entre las partes. De hecho, la prensa argentina y algunos expertos españoles apuntan a Cristóbal Pérez como artífice de los recientes incidentes acaecidos a Manuel Lao.

Pérez cuenta en la actualidad con cerca de 4.000 máquinas tragaperras. De las ganancias obtenidas con estos juegos, Casino Club se queda con el 20%, mientras que el 80% restante va a las arcas del estatales. Lao tiene muchas menos máquinas en su casino flotante -cerca de 1.500-, pero los réditos son mucho mayores, pues el 80% es beneficio propio frente al 20% que se lleva el Estado gracias a una normativa aprobada en tiempos de Ménem. “Por este motivo, Cristóbal Pérez tiene echado el ojo al casino de Cirsa. Es mucho más rentable. Y sabe también que incidentes como el del otro día debilitan la posición de Lao en Argentina”, señala un experto del sector.

Sobre la fallida reunión secreta entre los tres gigantes del juego, portavoces de Cirsa aseguran a este diario desconocer de la existencia de la misma: “Manuel Lao fue para felicitar las fiestas al personal de Cirsa y a los expatriados. Es una ruta latinoamericana que hace habitualmente. No sabemos si su visita encerraba también otros motivos”.

La semana pasada, Manuel Lao viajó a Argentina en un vuelo particular de Executive Airlines, sociedad propiedad de Cirsa. Nada más aterrizar en el aeropuerto de Jorge Newbery fue detenido junto con otros dos ejecutivos de la compañía (Fermín Ferrán y Marc Sala) cuando intentaban introducir 500.000 euros camuflados entre regalos para sus empleados del Casino de Buenos Aires. La normativa aduanera establece que todas las cantidades superiores a 10.000 dólares tienen que ser declaradas a las autoridades.

En la compañía española señalan que “no hubo ocultamiento” y arguyen (ver comunicado del Casino de Buenos Aires) que “esas cantidades de euros sirven como una especie de seguro frente a cualquier imponderable, como por ejemplo problemas de salud, inconvenientes con la seguridad personal, necesidades de extender permanencias en sitios con dificultades de bancarización, etc. (...). Están declaradas en España, y también fueron debidamente declaradas a la salida del país. Por error de interpretación, el personal que no sabía que ese equipaje debía permanecer a bordo, procedió a bajarlo”.

Sin embargo, en el sector no terminan de creerse estas excusas: “¿Para qué emergencia va a necesitar 500.000 euros en Argentina, si Manuel Lao tiene un casino allí que mueve millones de pesos?”.

Demasiadas paletas de jamón de Avila

Manuel Lao no sólo viajó Argentina para felicitar las Navidades al personal de Cirsa en aquel país. El pasado jueves 14 de diciembre, cuando fue detenido por las autoridades aduaneras de Buenos Aires (ver noticia publicada ayer), el empresario español tenía concertada una reunión secreta con otros dos grandes operadores de juego: la española Codere, propiedad de la familia Martínez Sampedro, y la austriaca Casino Club, presidida por Cristóbal López, amigo de Néstor Kirchner. El objetivo no era otro que repartirse el negocio del juego en Buenos Aires.