Matías Cortés, cabeza de uno de los despachos más polémicos de Madrid, ficha también a un fiscal anticorrupción

Cortés Abogados no es un despacho cualquiera. Se trata de la boutique jurídica, al tiempo que consultora de negocios, que dirige el controvertido jurista Matías Cortés. Conocido por sus servicios a algunos de los hombres más poderosos del país (Polanco, Botín...), todo lo que pasa por sus manos es susceptible de generar controversia, como el reciente fichaje del fiscal anticorrupción Daniel Campos, de 45 años.

Desde el pasado 1 de marzo y tras 17 años como integrante de la Fiscalía Anticorrupción, el letrado forma parte, como responsable del área de Penal, del despacho de los hermanos Cortés. El componente familiar le hace distinto al resto de bufetes de peso: Matías, con dos hijos trabajando para la firma, es la cabeza visible, como especialista en Financiero; Luis Javier se ocupa del área de Mercantil; y Antonio dirige la oficina de Barcelona.

El movimiento viene a confirmar una tendencia que no gusta nada al Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, que ve cómo muchos de los integrantes del Ministerio Fiscal abandonan la carrera para enrolarse en las filas del sector privado. El último había sido el fiscal anticorrupción Carlos Saiz, al que sustituyó el propio Campos, que fue nombrado socio del despacho Gómez-Acebo y Pombo tan solo hace unas semanas.

Como demuestra la tendencia, el sentido es unidireccional y viene siendo costumbre, también entre los despachos de abogados más importantes, recurrir a las filas de la judicatura para nutrirse de valores consolidados en el mundo del derecho. “Es un hecho, la especialización te pone en valor”, reconoce Campos. “En España no era normal, como en otras partes del mundo, cambiar de bando, como sí ocurre en otros cuerpos, como los abogados del Estado”.

Para Matías Cortés no ha sido extraño ir a pescar en la cantera de la Fiscalía. Hace menos de un año, su despachó incorporó al magistrado Pablo Ureña (45 años), titular del juzgado mercantil número 1 de Madrid, después de haber finalizado en el puesto número 6 dentro del escalafón de los jueces que optaron a la recién creada especialidad. Dentro de la carrera, trabajar al lado del abogado madrileño sigue teniendo todavía buena prensa.