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Ser sostenible en una ecoaldea en el desierto de Almería es posible
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en el Desierto de Tabernas

Ser sostenible en una ecoaldea en el desierto de Almería es posible

A mediados de los años 80 un grupo de científicos británicos fundaron en el desierto de Tabernas una iniciativa ecologista que lleva 35 años enseñando a pequeños y a mayores

Foto: Puesta en práctica de uno de los proyectos de Sunseed Desert Technology. Foto: Sunseed Desert Technology
Puesta en práctica de uno de los proyectos de Sunseed Desert Technology. Foto: Sunseed Desert Technology

Que reconducir nuestro modo de vida siendo respetuosos con el medio ambiente requiere de nuevos aprendizajes, está más que claro. Y por si quedaba alguna duda, el último informe de situación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU llegaba hace unas semanas para reafirmarlo. No solo se trata de formarse, sino de poner en práctica día a día todos los buenos hábitos que leemos sin cesar. Pues bien, hay un lugar para ello y está en una de las zonas más desérticas de España: Almería.

Se trata de Sunseed Desert Technology, un proyecto comunitario situado en la ecoaldea Los Molinos del Río Aguas. En esta comunidad, 20 personas viven fuera de la red de luz y agua, y se autoabastecen con métodos como las placas solares, la recogida del agua de lluvia o la de un manantial cercano. Su objetivo es “aprender a vivir de manera sostenible, en armonía con la naturaleza y usando la tecnología apropiada, que es aquella que permite utilizar los recursos naturales que tienes alrededor para encontrar soluciones sostenibles”, nos cuenta María Sánchez, coordinadora de comunicación de Sunseed.

El ecocidio del río Aguas es uno de los mayores problemas medioambientes que está padeciendo una zona tan árida como Almería

En definitiva, buscan optimizar los recursos naturales con paciencia y mucha creatividad en el día a día. Por ejemplo, su lavadora va a pedales, y no es ninguna metáfora: “se activa con pedales de una bicicleta, lo que hace que tu fuerza al pedalear se convierta en el propio centrifugado del aparato”. Otros pequeños inventos, como un sistema de cubos especial para la limpieza de las zonas comunes, el acolchamiento con paja de algunas zonas del jardín para retener la máxima cantidad de agua en la tierra, o la construcción de estructuras en las zonas semi áridas para guardar el agua de lluvia, son imprescindibles para el autoabastecimiento de las personas que viven en esta comunidad.

Se presentan como un proyecto de educación no formal, precisamente por este tipo de recursos, los cuales nadie les ha enseñado, sino que aprenden a llevar a cabo en el día a día. Tal y como nos cuentan, es por esto por lo que la permanencia en Sunseed “es de tres años, para que ese conocimiento lo puedas poner en práctica en tu comunidad y llegue gente nueva con otras ideas”.

placeholder Harry Hart, el cofundador de Sunseed Desert Technology en 1982. Foto: Sunseed Desert Technology
Harry Hart, el cofundador de Sunseed Desert Technology en 1982. Foto: Sunseed Desert Technology

Aproximadamente 20 personas son las que gestionan la organización, entre voluntarios, becados Erasmus y coordinadores y asistentes, que se dividen en ocho departamentos: “administración, comunicación, educación, tecnología apropiada, eco mantenimiento, vida sostenible, huertas orgánicas y restauración de ecosistemas”. Todos los lunes celebran una asamblea para la toma de decisiones, en la que se rigen por la sociocracia, donde “no tiene que haber consenso, sino consentimiento”.

¿Cómo formar parte de la experiencia?

Pero, ¿qué hay que hacer para vivir esta eco-experiencia? Se puede solicitar una estancia a través de su web, que tiene una duración mínima de un mes y un año de máxima. Antes de que aprueben tu llegada, y teniendo en cuenta las nuevas medidas covid, un responsable de la organización charlará contigo para chequear si tus valores van en la línea del proyecto, tal y como nos confirman ellos mismos: “debe ser gente que realmente se preocupe por la sostenibilidad y el medio ambiente”. Los voluntarios de corta estancia hacen una aportación económica desde 14€ al día, y los de larga estancia, coordinadores y voluntarios, reciben una pequeña paga mensual de un máximo de 210€.

placeholder Foto: Sunseed Desert Technology
Foto: Sunseed Desert Technology

Estas cuotas son una de las vías de financiación de Sunseed, además de las donaciones desinteresadas, del dinero recaudado en mercadillos de sus propios productos o del festival del agua que organizan anualmente. Este último es uno de sus eventos estrella, pues además de ser fundamental para la sostenibilidad económica del proyecto, en él se realiza una importante labor de concienciación sobre la explotación del río Aguas, del que dependen en gran medida para autoabastecerse.

El río Aguas, en peligro

Este río, que pertenece a la vertiente mediterránea y que abastece a más de 40 poblaciones de Almería, se encuentra actualmente en peligro de extinción. Las plantaciones de monocultivo intensivo de olivos que se llevan a cabo en la zona demandan una sobreexplotación del acuífero, cuatro veces mayor que su tasa de recarga, según datos de Sunseed.

Foto: El impacto ambiental depende en buena medida de su uso. (Unsplash)

Desde la organización, intentan concienciar a la población con diferentes actividades, como el propio Festival del Agua. Además, cuentan con el apoyo de la Plataforma almeriense de Acuíferos Vivos, compuesta por particulares y grupos ecologistas.

Que reconducir nuestro modo de vida siendo respetuosos con el medio ambiente requiere de nuevos aprendizajes, está más que claro. Y por si quedaba alguna duda, el último informe de situación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU llegaba hace unas semanas para reafirmarlo. No solo se trata de formarse, sino de poner en práctica día a día todos los buenos hábitos que leemos sin cesar. Pues bien, hay un lugar para ello y está en una de las zonas más desérticas de España: Almería.

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