La protección del lobo desata las protestas al norte del Duero
La nueva medida podría dar pie a la exclusión del carnívoro del listado de especies cinegéticas, por lo que se impediría su caza en todo el territorio nacional
La Comisión Estatal de Patrimonio Natural del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico aprobaba este jueves la inclusión de todas las poblaciones de lobo existentes en España en el Listado de Especies en Régimen de Especial Protección. La medida fue debatida tras obtener el conforme del Comité de Flora y Fauna Silvestres, órgano consultivo de las comunidades autónomas y del propio ministerio para los temas relacionados con la conservación de las especies silvestres.
El debate, surgido a raíz de una interpelación de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo (ASCEL), requirió de una doble votación porque en la primera se llegó a un empate técnico. Finalmente, y tras una acalorada intervención de los representantes territoriales contrarios a la inicitaiva, resultó aprobada por la mínima: 9 votos a favor y 8 en contra.
Cantabria, Asturias, Castilla y León y Galicia, cuyos territorios acogen mas del 95% del total de ejemplares de lobo ibérico, votaron en contra de la propuesta, con el apoyo de Andalucía, Madrid, País Vasco y Región de Murcia. Mientras que Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, La Rioja y Melilla votaron a favor, junto al ministerio. Navarra y Comunidad Valenciana no votaron y Ceuta no asisitió al encuentro.
Hasta ahora la caza del lobo estaba prohibida al sur del Duero pero seguía siendo especie cinegética al norte de este río. Ahora, la decisión de incluir a la especie en el Listado de Especies en Regimen de Especial Protección capacita al Gobierno central para homologar la protección del lobo en todo el territorio nacional preservándolo de la actividad cinegética a través de una orden ministerial.
Hay que señalar que la Comisión de expertos excluyó la posibilidad de incluir al lobo en el catálogo de especies amenazadas, como habían solicitado los grupos ecologistas, lo que habría prohibido de facto cualquier tipo de capturas, mientras que su inclusión en el mencionado listado tan solo prohíbe la caza deportiva pero no lo protege de los llamados "controles poblacionales", que en algunas ocasiones se han llevado a cabo sin atender al necesario criterio científico, provocando la protesta de los grupos que trabajan a favor de su conservación.
MUY LEJOS DEL CONSENSO
Los representantes de las organizaciones agrarias y las asociaciones de ganaderos han manifestado por su parte su profundo rechazo al cambio de estatus de la especie al norte del Duero, señalando que la prohibición de cazar al lobo puede dar pie a un serio problema para la conservación de la biodiversidad, al considerar que amenaza una práctica tan sostenible como la ganadería extensiva y el pastoreo con especies autóctonas, que favorecen el mantenimiento de los ecosistemas naturales. Además, en su opinión, la protección del lobo acabará por obstaculizar la gestión sostenible del territorio, provocando el abandono de la actividad ganadera y dando lugar a que se agudize el grave problema de la despoblación rural.
Las comunidades autónomas al norte del Duero se han opuesto a esta nueva regulación debido al impacto que está causando el aumento de las manadas en algunos territorios. El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial de Asturias, Alejandro Calvo, ha explicado que "los daños que producen las acciones del lobo tienen que corresponsabilizarse y es una de las cuestiones que habrá que resolver". Además, los representantes de Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia han expresado su malestar por la forma en la que se ha diseñado la votación. Como explica el propio Alejando Calvo, "esta no puede decantarse por una proporción aritmética por comunidades que no tienen lobo, como es el caso de las insulares".
En sentido contrario, la organización conservacionista WWF, que viene reclamando desde hace años una mayor protección para el lobo ibérico con campañas como #YoDefiendoAlLobo, considera que el resultado de la votación de este jueves es "una decisión histórica que esperamos que suponga un impulso en el trabajo por la conservación de una especie clave para la salud de los ecosistemas".
Otro de los argumentos para los defensores de la protección de la especie es el aumento que está experimentando una nueva forma de turismo de naturaleza: el llamado turismo lobero. Una actividad que, como ya ocurre con el oso pardo en la cordillera Cantábrica, se ha convertido en pocos años en una alternativa real de desarrollo para la economía rural de las comarcas loberas, así como una oportunidad para atraer y fijar población en los territorios de la España vacía.
La Comisión Estatal de Patrimonio Natural del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico aprobaba este jueves la inclusión de todas las poblaciones de lobo existentes en España en el Listado de Especies en Régimen de Especial Protección. La medida fue debatida tras obtener el conforme del Comité de Flora y Fauna Silvestres, órgano consultivo de las comunidades autónomas y del propio ministerio para los temas relacionados con la conservación de las especies silvestres.
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