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Las sequías van a ir a peor: peligramos nosotros y nuestra economía
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Las sequías van a ir a peor: peligramos nosotros y nuestra economía

No es solo beber (que también). El agua es esencial para prácticamente todo, y los modelos tradicionales solo habían tocado la superficie. El cambio climático va a cambiar nuestra relación con el agua, y también con las sequías

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El agua es fundamental. Esto no es algo que no supiéramos ya, pero resulta, según un nuevo estudio científico, que el problema es mucho mayor del que creíamos. Toda la vida gira alrededor de esta molécula y nosotros, como es de esperar, hemos aprendido a gestionarla de forma 'relativamente' eficiente. Hemos llevado a cabo grandes obras de ingeniería para asegurarnos de que determinadas áreas estuvieran abastecidas o hemos conseguido 'domar' la energía que está escondida en su interior.

Pero los cambios constantes que está sufriendo nuestro planeta debido a la crisis climática (que podemos repetirnos una y otra vez que no es culpa nuestra, pero no por eso deja de ser verdad que lo es) tienen un impacto en prácticamente todo: la temperatura de la atmósfera y de los océanos, la pérdida de cosechas en lugares donde solían estar 'aseguradas', el aumento del nivel del mar, que pone en peligro las poblaciones costeras.... La lista es inmensa y, por desgracia, terrible.

"Por primera vez, estamos mirando a la escasez de agua como un fenómeno globalmente conectado y, además, multisectorial"

El problema (como si lo ya mencionado no fuera suficiente) es que seguimos descubriendo nuevas consecuencias de este cambio climático como la migración masiva oblaciones o la desaparición de determinadas especies y la pérdida de biodiversidad en general. En esta ocasión, los investigadores de la Universidad de Tufts en Estados Unidos, encabezados por Flannery Dolan, han realizado un trabajo científico en el que describen cómo la escasez de agua, cada vez más común en determinadas áreas del planeta que no solían tener ese problema, va a traer consigo grandes problemas para las poblaciones afectadas e, incluso, para la economía global.

Como explica el autor principal del estudio, Flannery Dolan, "estamos descubriendo que las dinámicas de escasez de agua son mucho más complicadas que lo que los modelos tradicionales predecían. El cambio de las reservas de agua dulce debido al cambio climático son solo parte del problema, porque también están promovidas por cambios en las demandas globales de agua que son, a menudo, difíciles de predecir".

Para realizar su estudio científico, los investigadores utilizaron un novedoso modelo informático para simular miles de escenarios que reflejasen una amplia variedad de cambios, debidos al cambio climático, variaciones socioeconómicas e hidrológicas en 235 de las mayores cuencas de agua dulce del mundo. El objetivo del estudio era ver el impacto de esos cambios en el acceso a este líquido en la economía global. Ejemplos de ello, explican los investigadores, serían alteraciones de los patrones de comercio y consumo globales, además de los obvios impactos en determinados sectores clave como el de la agricultura, la energía o el transporte.

placeholder Foto: Unsplash/@adam_yod
Foto: Unsplash/@adam_yod

"Por primera vez, estamos mirando a la escasez de agua como un fenómeno globalmente conectado y, además, multisectorial", explica Jonathan Lamontagne, profesor de ingeniería medioambiental y civil de la Universidad de Tufts.

Este estudio ha descubierto quelas adaptaciones a la escasez de agua pueden tener resultados positivos o negativos en cada cuenca fluvial dependiendo del aumento o descenso de la cantidad de agua (ya sea a través de lluvia, deshielo o la salida de aguas subterráneas) y la demanda que tengan determinados sectores como el de la producción agrícola, la generación de energía y el uso municipal.

Un ejemplo, explican "es el de la cuenca del río Colorado. El peor escenario es el de la disminución de las aguas subterráneas y, al mismo tiempo, un rápido aumento de la población". Pero, explican, ese aumento poblacional puede, en determinados escenarios, resultar positiva también.

Foto: Embalse de La Breña. (EFE) Opinión
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"Lo que está ocurriendo en otras partes del mundo se debe a las diferencias en las políticas regionales relacionadas con la transición energética, cómo se gestiona el terreno, así como las diferentes demandas de agua y las elecciones que se hagan con el objetivo de adaptarse. Todo esto puede determinar las ventajas e inconvenientes relativos con respecto al crecimiento económico y el acceso al agua".

La gestión del agua siempre debería ser una de nuestras principales prioridades. En España, durante los últimos 100 años, hemos tenido terribles sequías que han tenido un importante impacto socioeconómico. El escenario que nos espera, incluso en el mejor de los casos, es peor de como estamos ahora mismo. Es por esto que una gestión correcta y con sentido por parte de las autoridades de este bien tan preciado es prioritaria.

El agua es fundamental. Esto no es algo que no supiéramos ya, pero resulta, según un nuevo estudio científico, que el problema es mucho mayor del que creíamos. Toda la vida gira alrededor de esta molécula y nosotros, como es de esperar, hemos aprendido a gestionarla de forma 'relativamente' eficiente. Hemos llevado a cabo grandes obras de ingeniería para asegurarnos de que determinadas áreas estuvieran abastecidas o hemos conseguido 'domar' la energía que está escondida en su interior.

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