Recuerda: Hacienda también se lleva parte de los premios de la Lotería del Niño

La noche de Reyes ya ha pasado y los regalos que han dejado los Reyes Magos ya se han abierto, así que lo único que queda para terminar de cerrar el periodo mágico de las Navidades es terminarse los últimos pedazos de roscón de Reyes y escuchar a las niñas y niños de San Ildefonso cantando los números de la Lotería del Niño. Como cada 6 de enero desde hace más de 70 años, se celebra el último sorteo extraordinario de la Lotería navideña, después del famoso sorteo de Navidad, del 22 de diciembre.

Muchos españoles han comprado sus décimos para este sábado con el pellizquito que consiguieron en la Lotería de Navidad y otros, por seguir sumándose a esta tradición, han decidido echar suerte, aun sin haber ganado nada el pasado 22 de diciembre. Y es que, como dice el anuncio de este año, protagonizado por un Miguel de Cervantes al que no le quieren publicar su 'Don Quijote de la Mancha', "si algo merece la pena, insiste".

Eso sí, una vez que salgan los premios es importante reflexionar y hacer cálculos, porque desde enero de 2013, los premios grandes —todos los que superen los 2.500 euros— tienen una retención del 20% que practica el propio sorteo. El colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) considera que es un impuesto "justo" porque es importante que tribute una ganancia como esta. Además, creen que puede reducir el número de fraudes que se cometen con el objetivo de blanquear dinero a través de la Lotería.

Así, para calcular el dinero que se lleva cada décimo premiado hay que, en primer lugar, a todos los premios superiores a esta cantidad restarle los 2.500 euros que quedan exentos de tributación, y al resto, aplicarle el 20%. De modo que los décimos de la Lotería del Niño que resulten premiados quedan así:

• Primer premio de dos millones de euros: 200.000 euros al décimo - se queda en 158.000 euros
• Segundo premio de 750.000 euros: 75.000 euros al décimo - se queda en 58.000 euros
• Tercer premio de 250.000 euros: 25.000 euros al décimo - se queda en 18.000 euros.

Dado que la ley solo obliga a tributar en los casos de premios superiores a 2.500 euros, todos los décimos premiados y cuya dotación por décimo sea inferior a esta cantidad quedan exentas de este impuesto, por lo que el premiado recibe la cantidad íntegra.