Madrid recupera un tesoro del siglo XIX escondido en el Retiro tras veinte años de olvido
La Montaña de los Gatos reabre sus puertas tras dos décadas: se han solucionado los problemas de filtraciones de agua y se han restaurado las cascadas y el itinerario interior
La emblemática Montaña de los Gatos en El Retiro, Madrid, ha sido reabierta después de dos décadas cerrada al público. Esta montaña artificial, construida en el siglo XIX por orden del rey Fernando VII, ha sido sometida a una completa restauración para resolver problemas de filtraciones de agua y restaurar sus cascadas y recorridos interiores. La inversión de 2,1 millones de euros realizada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad ha dado lugar a una recuperación de este espacio cultural y natural.
Asimismo, se restauraron las cascadas y se mejoró el itinerario interior. Los visitantes pueden ahora disfrutar nuevamente de su interior abovedado, el cual acoge una exposición que cuenta la fascinante historia de La Montaña de los Gatos y presenta detalles sobre los trabajos realizados. El proceso de restauración también trajo consigo interesantes hallazgos arqueológicos, incluido un antiguo viaje de agua que conducía a una noria previa a la construcción del parque.
El interior de la montaña consta de un espacio abovedado de planta circular abierto con un óculo superior del que nacen cuatro galerías abovedadas que discurren por el interior del cerro artificial. El primero de estos pasillos, dispuesto en el eje perpendicular a la calle O’Donnell, hace las veces de acceso. Los otros tres nacen desde el espacio interior, avanzan bajo la montaña en direcciones opuestas hacia los estanques del perímetro en busca de la caída de agua de las cascadas exteriores.
Estos restos arqueológicos estarán a la vista de los visitantes a través de una pantalla de cristal, permitiéndoles conectar con el pasado y sumergirse en la historia de Madrid. Otra sorpresa fue el descubrimiento de los contrafuertes originales que sostienen la bóveda desde su construcción. Parte de estos elementos estarán visibles a través de un cristal, brindando una oportunidad para apreciar la ingeniería y la historia detrás de esta del siglo XIX. La Montaña de los Gatos, conocida como un capricho de Fernando VII, forma parte del Parque del Retiro y ha sido un lugar lleno de encanto y misterio desde su creación en 1817.
Su reapertura coincide con el 150 aniversario del parque, convirtiéndose en un regalo especial tanto para los madrileños como para los turistas que deseen explorar su rica historia y cultura. La montaña ha recuperado su antiguo esplendor y está lista para recibir a los visitantes, quienes podrán disfrutar de su encanto histórico y maravillarse con esta obra de arte del pasado. La reapertura representa un logro en la preservación del patrimonio de Madrid y ofrece a los turistas la oportunidad de sumergirse en esta pieza de historia.
Un capricho de Fernando XII
La Montaña Artificial o de los Gatos es uno de los caprichos que el rey Fernando VII promovió en el Reservado del Parque del Retiro, la zona que delimitó para su real disfrute y el de su familia y sin acceso público. Fue nombrado director de este jardín romántico Bernardino Berogán, incluyéndose en su perímetro esta montaña cubierta de vegetación diversa y coronada su cima por un templete, ya desaparecido, que servía de observatorio. Este templete, de rasgos orientales estaba configurado por tres torres, una central de planta octogonal y dos cilíndricas en los extremos, unidas por una arquería.
A partir de ahora se podrá conocer la historia de la Montaña de los Gatos, así como el detalle de los trabajos que se han llevado a cabo para su recuperación integral. La muestra estará abierta de 11 a 13 horas y de 18 a 20 horas. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, encabezará la visita inaugural a la montaña entre otras autoridades locales durante el día de hoy.
La emblemática Montaña de los Gatos en El Retiro, Madrid, ha sido reabierta después de dos décadas cerrada al público. Esta montaña artificial, construida en el siglo XIX por orden del rey Fernando VII, ha sido sometida a una completa restauración para resolver problemas de filtraciones de agua y restaurar sus cascadas y recorridos interiores. La inversión de 2,1 millones de euros realizada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad ha dado lugar a una recuperación de este espacio cultural y natural.