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El carri bicil fantasma de Madrid: “Me corta el rollo, prefiero la calzada”
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El carri bicil fantasma de Madrid: “Me corta el rollo, prefiero la calzada”

En los 40 minutos que este periódico tardó en recorrer los dos kilómetros que conectan Plaza Castilla con Nuevos Ministerios, apenas cinco bicicletas hicieron uso del mismo. Transeúntes de la zona explican el porqué

Foto: El carril bici de la Castellana. (A.F.)
El carril bici de la Castellana. (A.F.)

Este periódico recorrió andando, en unos 40 minutos, los más de dos kilómetros del carril bici del Paseo de la Castellanadesde Plaza de Castilla en dirección a Nuevos Ministerios –, y solo cinco bicicletas hicieron uso del mismo. También algún patinete y dos personas caminando, a las que uno de los ciclistas tuvo que pitar para que se desplazase hacia la acera. El gran proyecto ciclista parece no terminar de despegar. Son muchas las piezas que conforman este puzzle. Recién inaugurado, mucha gente desconoce que ya se puede transitar. Justo en ese mismo periodo de tiempo, pasaron por la calzada casi el mismo número de vehículos de dos ruedas: cuatro. “Se usa poco”, declara un taxista a la altura del Santiago Bernabéu que trabaja diariamente en la zona.

Paco, de 52 años, lleva recorriendo la Castellana en bicicleta desde hace siete años. Es el ejemplo perfecto del fenómeno que se produce en este tramo. Circula siempre por la calzada porque el carril bici “le corta el rollo”. Argumenta que es por las rotondas, donde los ciclistas deben esperar más semáforos y rodear toda la circunferencia. En cambio, yendo por la carretera y próximo a la acera, puede ir más rápido. "Esto puede aumentar entre un 20% y un 30% el tiempo que tarda una persona en llegar a su destino", explica el urbanista y concejal del PSOE, Antonio Giraldo a este diario. "En otros lugares, el ciclista hace el mismo recorrido que el coche en las rotondas", matiza.

Foto: El carril bici de la discordia. (Ayuntamiento de Rivas)

Esta es una de las razones principales que argumentan los usuarios sobre por qué el carril no termina de cuajar en esta zona de la ciudad, donde, sumando ambos carriles unidireccionales, alcanzan los 4,4 kilómetros en total. “No se usa nada”, señala Nicolás, de 48 años, que trabaja a la altura de Cuzco y lo ve “todos los días”. Explica que ve a más gente con el patinete y la bici por la calzada que por el carril. ¿Por qué? La obra se inauguró el pasado mes de abril, está rodeada de árboles, en buen estado y segregado. A priori, es una intervención a la que no se le puede poner ningún pero.

Según los cálculos del Área de Movilidad, la apuesta por esta infraestructura aumentaría hasta 4.000 los viajes diarios sobre dos ruedas. Para ejecutar dicho proyecto, se emplearon “los 12 meses que establecía el pliego de contratación”, explicó el delegado de Movilidad, Borja Carabante. La construcción costó cuatro millones de euros y es una parte "esencial" de la estrategia municipal de Madrid 360, que pretende reducir las emisiones contaminantes de la ciudad. Es, también, un compromiso de todos los grupos municipales recogidos en los Acuerdos de la Villa. En total, en este tramo existen 225 anclajes para bicicletas.

placeholder Inicio del carril en Plaza Castilla. (A.F.)
Inicio del carril en Plaza Castilla. (A.F.)

Además, la Castellana es una de las principales arterias de la capital. Solo en el tramo hasta Azca, la gran avenida conecta barrios diferentes como los del distrito de Tetuán –Cuatro Caminos y Castillejos– Azca, o incluso El Viso, en Chamartín. Y nada de esto es nuevo: Madrid lleva décadas intentando aplicar la movilidad en bici. En 2008 se aprobó el Plan Director de Movilidad Ciclista y se mejoró por unanimidad en 2016. La realidad es que, en la capital, "no hay mucha cultura ciclista", explica Giraldo. Paco, que habla con este periódico subido en su bicicleta, opina lo mismo: queda mucho para concienciar a los ciudadanos del beneficio de la bici. "A medida que se vaya ampliando el carril, mejorará su uso". Y Nuevos Ministerios es uno de los puntos neurálgicos de la movilidad madrileña. Y se concibió como el “eje vertebrador de la movilidad ciclista”.

Uno podría pensar que quizá la hora para comprobar su uso no era la mejor: las cuatro de la tarde. Pero, mientras tanto, los seis carriles de coches -para construir este tramo no ha sido necesario quitar ninguno- que componen la gran avenida estaban repletos de vehículos y, a pesar del calor, multitud de transeúntes paseaban por la calle.

placeholder Una mujer andando por el carril vacío. (A.F.)
Una mujer andando por el carril vacío. (A.F.)

Manu, de 50 años, es una de las cinco personas que ha hecho uso del carril. Argumenta que la afluencia de gente es poca y lo achaca a que en ocasiones cortan algunas zonas para volver a pintar o hacer obras. De hecho, el viernes pasado, los técnicos tuvieron que volver a echar la pintura azul sobre el suelo –las partes teñidas son las próximas a los cruces para ceder el paso a los peatones, mientras que el resto se mantienen grises–, desviando el paso de las bicicletas. “Un día vienes y no puedes pasar”, explica. De hecho, en la vía de subida, el carril tiene algunas zonas cortadas por las obras del Santiago Bernabéu.

"Esto provoca que el ciclista tenga que estar entrando y saliendo de la calzada, al final, no es cómodo", explica el urbanista. Cuando se termine el estadio, facilitará el paso para las bicis. Desde una de las floristerías de la Castellana, señalan que a veces dificulta el trabajo de los carga y descarga. Apunta que a él no le entorpece porque tarda dos minutos en descargar las flores, pero cuando vienen camiones grandes de otras empresas lo tienen complicado para parar.

placeholder Una de las personas que hizo uso del carril. (A.F.)
Una de las personas que hizo uso del carril. (A.F.)

Hay quienes llevan peleando por disponer de un carril bici en Castellana desde hace años, como la Plataforma Carril Bici Castellana. De hecho, durante la legislatura anterior, recogieron más de 24.000 firmas que presentaron ante el ayuntamiento. No dio sus frutos, ya que la iniciativa no salió adelante. Años después, en noviembre de 2022, empezaron las obras para arrancar el esperado proyecto ciclista. Fue entonces cuando la plataforma, inactiva hasta entonces, resurgió de las cenizas para pedir que se hiciera "con mimo". Básicamente, el testimonio de Paco no es un caso residual. Belén Sierra, de 30 años, es urbanista y miembro activo de la Plataforma Carril Bici Castellana. Argumenta que, aunque estéticamente no está mal, el problema es que en las rotondas "hay que esperar tres o cuatro semáforos", por lo que ella opta por ir por la calzada.

placeholder Final del carril en Nuevos Ministerios. (A.F.)
Final del carril en Nuevos Ministerios. (A.F.)

Además, explica como las rendijas en el suelo dificultan el paso, especialmente en momentos de lluvia cuando más resbalan las ruedas. ¿Sus expectativas para estos cuatro años? Mejorar el trazado y continuarlo hasta la ronda de Atocha. Esta idea está en los planes del ayuntamiento para el siguiente mandato. Así lo aseguró el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el pasado mes de mayo.

"El Partido Popular se compromete a finalizar la construcción del carril bici del paseo de Castellana, desde Nuevos Ministerios hasta Atocha para seguir impulsando la movilidad sostenible en la ciudad de Madrid", declaró. Esto facilitará la movilidad en uno de los grandes ejes de la capital, que por ahora se limita a una red ciclista inconexa. También se pretende cubrir uno de los extremos, el que linda con el Hospital La Paz, para ampliar el espacio para el peatón.

Este periódico recorrió andando, en unos 40 minutos, los más de dos kilómetros del carril bici del Paseo de la Castellanadesde Plaza de Castilla en dirección a Nuevos Ministerios –, y solo cinco bicicletas hicieron uso del mismo. También algún patinete y dos personas caminando, a las que uno de los ciclistas tuvo que pitar para que se desplazase hacia la acera. El gran proyecto ciclista parece no terminar de despegar. Son muchas las piezas que conforman este puzzle. Recién inaugurado, mucha gente desconoce que ya se puede transitar. Justo en ese mismo periodo de tiempo, pasaron por la calzada casi el mismo número de vehículos de dos ruedas: cuatro. “Se usa poco”, declara un taxista a la altura del Santiago Bernabéu que trabaja diariamente en la zona.

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