Almeida destinará 30 millones a cubrir con jardines verticales los muros de la M-30

La M-30 se convertirá a partir de este año en un enorme corredor verde. El Ayuntamiento de Madrid, que dirige José Luis Martínez-Almeida, ha presentado este martes Calle 30 Natura, un proyecto consistente en instalar jardines verticales en los muros de hormigón de la vía de circunvalación, sobre una superficie total de 100.000 metros cuadrados. La medida, encaminada a mejorar la calidad del aire y la imagen de la ciudad, supondrá una inversión de 30 millones de euros.

La actuación, enmarcada en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental de Madrid 360, es un paso más en las políticas verdes del equipo de Gobierno del PP y Ciudadanos. El inicio de 2023, de hecho, se ha enfocado casi en exclusiva en este tipo de iniciativas, con los buenos datos de contaminación como bandera de la gestión durante esta legislatura. El alcalde de la capital presumió una vez más de las medidas implantadas y anunció nuevos avances con esta actuación, pilotada por el Área de Medio Ambiente y Movilidad. "Este proyecto de renaturalización y regeneración de una vía tan emblemática permitirá mejorar nuestras políticas de sostenibilidad", declaró Almeida.

El proyecto, explican fuentes municipales, se desarrollará en varias fases. La primera, dotada con un presupuesto de 4,8 millones de euros, arrancará esta misma semana. Los primeros jardines se ubicarán sobre una longitud de 400 metros, entre las glorietas de Mariano Salvador Maella y Nueva Zelanda, en el tramo norte de la M-30, en el barrio del Pilar. La segunda será la próxima legislatura, a partir de 2024, a lo largo de 100.000 metros cuadrados.

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Desde Medio Ambiente reiteran que la medida no solo mejorará la calidad ambiental de la vía, sobre la que circulan más de un millón de vehículos cada día, sino también su imagen. El gris que acompaña los márgenes de la carretera, con 32,5 kilómetros de longitud, se transformará en una especie de tapiz verde lineal. Según datos del área, mensualmente pasan más de 33 millones de coches y supone uno de los principales focos de contaminación.

Sensores

Los jardines estarán dotados de sensores para conocer la captación de contaminación, lo que permitirá medir su capacidad de absorción e impacto en el entorno. Para su revisión y mantenimiento, se prevé que los diferentes paneles puedan retirarse de forma abatible.

El Ayuntamiento de Madrid explica que se seleccionarán especies funcionales de alta resistencia. Las plantas no necesitarán grandes cuidados o consumos de agua e incluirán un sistema de riego automatizado y monitorización para conocer las condiciones en cada momento.