Una ministra curtida en la gestión de crisis para la 'misión imposible' del PSOE en Madrid

Reyes Maroto (Medina del Campo. 1973) no es la ministra más mediática de Pedro Sánchez. Tampoco la estrella que algunos socialistas esperaban para la alcaldía de Madrid. Pero de lo que no hay duda es que sí es una experta en la gestión de crisis. Su trabajo al frente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo desde 2018 será su mejor aval de cara al próximo 28 de mayo, con el enorme reto de resucitar al PSOE en una plaza que el propio partido señala como una "misión imposible". El principal déficit que arrastra es el escaso grado de conocimiento para el votante medio, reflejado en el CIS, aunque en la región confían que no será un lastre.

El nombre de la titular de Industria como candidata al Ayuntamiento de Madrid cogió vuelo hace semanas, pero lo cierto es que Ferraz lo había decidido mucho antes. Fuentes del partido reconocen que en septiembre ya estaba todo claro, después de meses cocinándose a fuego lento, tras constatar que la delegada del Gobierno, Mercedes González, no tenía el tirón que se esperaba en la capital. Si lo tendrá Maroto está todavía por ver. Durante todo este proceso algunas voces socialistas recelaban de este tipo de nombramientos, con la advertencia de que la política en Cibeles "es muy jodida" y que este tipo de experimentos nunca han salido bien. Pero nada de eso ha condicionado a Ferraz, seguros de que la trayectoria de la ministra será suficiente para recobrar el pulso en la ciudad, donde el PSOE es ahora cuarta fuerza, con un papel secundario en la izquierda desde la irrupción de Más Madrid (antes Ahora Madrid).

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Lo cierto es que la política madrileña no es algo ajeno para Reyes Maroto, Fue diputada en la Asamblea de Madrid entre 2015 y 2018 y la Moncloa ya trató de involucrarla en las elecciones del 4 de mayo de 2021. La todavía ministra de Industria, que no dejará el cargo hasta abril, recibió una de las cuatro cartas amenazantes que marcaron la carrera a las urnas, enviadas también a Fernando Grande-Marlaska y Pablo Iglesias, entre otros. En su caso fue una navaja presuntamente ensangrentada, con la que posó a las puertas del Congreso. Entonces ya se le había asignado un papel fundamental postulándose como vicepresidenta económica de Ángel Gabilondo en el supuesto de que alcanzara una mayoría para gobernar. Residente en Alcorcón, el salto a la política municipal sí será definitivo, con un horizonte a diez años vista.

El paso de Reyes Maroto por el Ministerio ha estado marcado por las diferentes crisis sectoriales que ha tenido que gestionar. Tras su llegada en 2018, su departamento tuvo que lidiar con las amenazas de cierre de Alcoa, la mayor industria de aluminio de España, que tras quedarse sin parte de las ayudas que se le pagaban en factura decidió cerrar sus fábricas de Galicia y Asturias. No se acabó de cerrar esa crisis, que no acabó como esperaba por las promesas incumplidas de los compradores, cuando llegó otro problema de índole industrial aún mayor, como fue el cierre de la fábrica de Nissan en Barcelona. De nuevo, el Ministerio de mediar una solución que no fue posible con el gigante automovilístico japonés, quien finalmente optó por abandonar su actividad.

Quienes han colaborado con Maroto destacan su rigurosidad y capacidad. Ese será su gran aval, aunque marcada por su baja popularidad

Desde Industria, Comercio y Turismo entonces señalaban que la parte dura que suponía la gestión de la desindustrialización que se estaba viviendo en distintos puntos de España se compensaba con las dulces noticias que venían en 2019 del turismo, año en que se logró récord del sector. Sin embargo, todo se vino abajo como un castillo de naipes tras la llegada de la pandemia. Y otra crisis mayúscula. El turismo se hundía y el comercio hacía lo propio por las obligadas restricciones para combatir el covid-19. El equipo de Maroto tuvo que emplearse a fondo para capear una situación crítica. Y no sólo eso, sino que Industria, a través del Icex, tuvo que moverse en Asia para tratar de traer respiradores, mascarillas y otros materiales necesarios para combatir al coronavirus, que dejaba miles de muertos cada día.

Quienes han colaborado con Maroto coinciden en destacar su rigurosidad y capacidad de trabajo, ya desde su etapa en Ferraz como coordinadora de la secretaría de Empleo. No muy dada a ocupar grandes titulares por declaraciones o polémicas, siempre ha preferido que la definiesen los resultados de su labor al frente de Industria. "Su mejor aval son los acuerdos con Seat o Volkswagen", apuntan fuentes del Ejecutivo en referencia al Perte del coche eléctrico.

Entre los lobbies y poderes empresariales siempre se ha considerado a Maroto como una ministra dialogante y empática con los intereses y preocupaciones que se le exponía. Como curiosidad, se tuvo que inhibir en la decisión de la opa de IFM sobre Naturgy por conflicto de intereses, ya que su marido trabaja en la energética, por lo que no pudo decidir si el fondo australiano podía desembarcar en la cotizada gasista.

Gran desconocida

Su trabajo es "discreto y silencioso, pero siempre eficaz", señalan las mismas fuentes, que reconocen en estos atributos la antítesis con el alcalde de Madrid y su futuro rival en las urnas. No se ha elegido así a un perfil que confrontase desde el "ruido", sino que sirviese para contraponer dos modelos. "Contrapone con el PP del ruido de Ayuso y Almeida, es justo lo contrario, constante, trabajadora y seria", señala quien ha seguido desde el partido su evolución en los últimos años.

Esta es la parte positiva, pero no es menos cierto que Reyes Maroto es una gran desconocida para el gran público tras casi cuatro años en el Ministerio. Según el último barómetro del CIS, solo uno de cada dos encuestados la conocen, frente a la popularidad de quien será su rival. Desde el partido reducen el impacto negativo de esta situación y repiten que su proyección mediática no es menor que la que tenía el propio José Luis Martínez-Almeida o Isabel Díaz Ayuso cuando fueron designados por Pablo Casado en 2019. Además, cuentan con que los próximos meses darán un vuelco a este escenario. "Es algo que se puede trabajar", apuntan. La primera actuación del partido ha sido una campaña a través de las redes sociales para dar a conocer a su candidata.

En el PSOE-M destacan que cuenta con el cariño de las bases, pero algunas voces no ocultan sus dudas respecto a su capacidad de movilización

Reyes Maroto siempre ha vivido dentro del Gobierno a la sombra de Teresa Ribera. La vicepresidenta Tercera y ministra para la Transición Ecológica ha tenido más ascendencia sobre Pedro Sánchez y muchas de sus decisiones han colisionado con los diversos sectores como el automovilístico o industrial, donde sus decisiones siempre han pesado más que los de la ministra ahora candidata a la alcaldía de Madrid. Esto fue particularmente relevante durante la crisis del diésel, donde Maroto se aproximó más a la industria que Ribera, que fue de las primeras en advertir de que los motores de combustión a gasoil dejarían de venderse en 2035.

La principal incógnita, no obstante, es hasta qué punto será capaz de resucitar al partido y si su perfil como gestora será suficiente para recuperar a todo el electorado perdido en los últimos años. El PSOE hace décadas que es un barco a la deriva en la ciudad, cada vez con menos fuerza y peso en el primer ayuntamiento de España. Si bien fuentes cercanas a los socialistas en la capital destacan que cuenta con el cariño de las bases, a nadie se le escapa que el reto es mayúsculo y que necesitará la implicación del actual equipo en Cibeles para ahuyentar la idea del 'paracaidista' y mostrar una imagen de cohesión. Su talante también servirá para rebajar la tensión en el grupo municipal, acostumbrado a los giros y en un estado de incertidumbre casi constante.

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La idea de la dirección regional es que algunos de los concejales, con Enma López a la cabeza, aporten la gestión y el conocimiento de la política municipal. López, que sonó como candidata, será uno de los pilares del nuevo equipo y reforzará su peso en el grupo municipal socialista de cara a las próximas elecciones. El objetivo a corto plazo es, al menos, sumar lo suficiente para ser decisivos en una hipotética suma junto a Más Madrid y Podemos. La sensación generalizada es que José Luis Martínez-Almeida es "vulnerable" y desde el PSOE creen que el empuje de la ministra será clave para derrotar al PP.