Un año del atropello mortal de Montealto: ¿qué se ha hecho para mejorar la seguridad en los colegios?

El 4 de noviembre de 2021 el colegio Fomento Montealto de Madrid se tiñó de negro. Un atropello a las puertas del centro educativo se cobró la vida de una menor de seis años y otras dos de 10 y 12 resultaron heridas. La tragedia consternó a las familias y a la comunidad educativa: “No sabes los follones que se montan en la puerta, van los coches como locos”, contó entonces una vecina de la zona a este diario. Lo cierto es que se trata de una calle problemática: carriles estrechos, difícil acceso a la entrada y una rotonda justo enfrente donde se acumulan los coches. Un año después, el Ayuntamiento todavía no ha ejecutado ninguna obra –más allá de instalar bolardos en pasos de cebra– para mejorar la seguridad del espacio, si bien ha acometido 136 intervenciones en otros puntos de la capital.

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El colegio envió una circular a las familias el pasado 3 de octubre asegurando que, finalmente, acudirían los técnicos del Ayuntamiento para acometer los trabajos necesarios. Madres del centro relatan a este medio que siguen esperando: “Luego dijeron que vendrían el día 10, y todavía no han aparecido”, asegura una de ellas. No obstante, y según explican desde el distrito de Fuencarral-El Pardo, será esta semana cuando comiencen las labores para “mejorar las condiciones de seguridad vial, especialmente para peatones”. Estas tendrán una duración de cinco meses y una inversión de 86.700 euros.

Otro inconveniente, destaca un familiar del centro, es que algunos vehículos estacionan frente a la rotonda para esperar a que los estudiantes salgan del colegio. “Hay muchos que son de bachillerato. ¿De verdad tienen que ponerse ahí los padres para recoger a los chicos tan mayores?”. Este tipo de prácticas provoca que se forme un ‘embudo’ a las horas de entrada y salida, fomentando además la inseguridad de la zona.

Fuentes del Ayuntamiento explican que “se construirán nuevos pasos de peatones elevados en la rotonda de entrada principal”, se colocarán vallas de protección y se levantará “una nueva isleta central en la rotonda que no permitirá que los vehículos se detengan en esa zona”. Desde el colegio explican que también se instalaron bolardos en las aceras para evitar el acceso de los vehículos.

¿Dónde se ha actuado?

Fue precisamente tras la tragedia cuando el Ayuntamiento anunció un plan para prevenir que se repitan estos sucesos. El consistorio recibió más de un centenar de reclamaciones para ordenar el tráfico en los accesos de los centros escolares y aseguró que actuaría en 190 de ellos. De hecho, la Asociación Revuelta Escolar Madrid convocó una concentración frente a Cibeles para solicitar un aumento de medios y los sindicatos y la oposición tampoco dudaron en posicionarse al respecto. Hoy día, desde el área de Obras y Equipamientos confirman que se ha actuado en 136 y “otros 15 se encuentran en ejecución”.

Respecto a las intervenciones llevadas a cabo en dichos centros, explican que “el objetivo es lograr una entrada segura a los centros escolares y actuar sobre la intensidad y velocidad del tráfico”. Entre enero y agosto de este 2022, las calles de la ciudad han registrado 129 atropellos a menores de 14 años, según datos del Ayuntamiento de Madrid.

En cuanto a la señalización, se han diseñado carteles de ‘Calle Escolar’, donde el límite de velocidad es de 20 km/h, y añadido dientes de dragón y pictogramas sobre el asfalto. El alcalde de la ciudad detalló a principios de septiembre que el Ayuntamiento “está redoblando sus esfuerzos para apoyar a las familias en este curso”, precisó que también se estaban habilitando aparcamientos para bicicletas y vehículos de personas con movilidad reducida.

Mientras que Madrid lucha por evitar que se produzcan atropellos, otras capitales apuestan por la peatonalización

¿Es todo esto suficiente? Mientras que Madrid lucha por evitar que se produzcan atropellos, otras capitales europeas como París o Londres llevan años apostando por la naturalización de los entornos escolares. "Todos los años ocurre algún caso grave. Estas medidas son un paso hacia delante, pero no van a la raíz del problema. Hay que establecer un plan integral y que se peatonalicen las calles", señala la secretaría de Educación de Comisiones Obreras, Isabel Galvín. Y aunque la aglomeración de vehículos es lo que más inquieta a la comunidad educativa, desde el sindicato indican que cuestiones como "el ruido" también perjudican a los alumnos: "Hay centros en el paseo el Prado que están muy expuestos al tráfico y es una pesadilla, afecta a la concentración y rendimiento de los niños".

Las instituciones, la comunidad educativa y las familias parecen estar de acuerdo en la necesidad de alejar el peligro de las escuelas. La Fundación Francisco Giner de los Ríos suma un largo recorrido para el impulso de campañas y actividades de concienciación sobre este tema. “Es necesario legislar para y con la infancia y recuperar espacios que han ido invadiendo el tráfico rodado”, explica su presidenta, Carmen Morillas. De hecho, firmaron un documento conjunto con la Asociación Española de Pediatría para fomentar que los niños vayan caminando al colegio. Además, el movimiento ‘Entornos escolares seguros y saludables’ —formado por diferentes asociaciones, entre las que destaca la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA)— consiguió que esta PNL se debatiese en el Congreso de los Diputados.