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El Madrid ajeno a la OTAN: "Llevo 4 horas para ver una exposición de Stranger Things"
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"¿Qué es exactamente la OTAN?"

El Madrid ajeno a la OTAN: "Llevo 4 horas para ver una exposición de Stranger Things"

Mientras la capital se prepara para acoger la cumbre de la organización internacional, cientos de adolescentes hacen cola para ver un evento de Netflix y otras tantas personas celebran en Chueca el Día del Orgullo

Foto: Claudia y sus amigos en la puerta del edificio de Telefónica para ver la exposición de Stranger Things. (A.F.)
Claudia y sus amigos en la puerta del edificio de Telefónica para ver la exposición de Stranger Things. (A.F.)

Claudia y sus amigos llegaron a Gran Vía a las 10:30 de la mañana para ver la exposición interactiva de la serie de ficción Stranger Things. A la hora de comer, se acercaron al McDonalds de enfrente a comprar unas hamburguesas mientras esperaban bajo el sol. A una temperatura de 28 grados y sin sombra, Claudia explica que le gusta mucho la serie y que no tenían "nada mejor que hacer".

Foto: El presidente de Estados Unidos y el rey Felipe VI. (Reuters/Jonathan Ernst)

La joven de 15 años se hace una coleta mientras observa los furgones de la Policía Nacional atravesar la principal arteria del centro madrileño, uno de los puntos neurálgicos de los cortes de tráfico y del dispositivo de seguridad por la esperada cumbre. La presencia policial, en la que participan hasta 10.000 agentes y 2.400 guardias civiles, y los autobuses de la EMT, abundan a lo largo de la calle. “No tenía ni idea de lo que era la OTAN, la verdad”.

Su amigo Aitor interviene. “Es la Alianza del Atlántico Norte”, señala, “todavía no hemos dado nada de esto en clase [están en tercero de la ESO], aunque me interesa porque quiero ser militar del Ejército de Tierra”. La fila de personas da la vuelta a la manzana en un Madrid con menos gente de lo habitual. “Hay quienes esperan hasta cinco horas”, dice una de las organizadoras del evento. “Se ha empezado a difundir por redes sociales y cada vez se acerca más gente”. Pero el verdadero drama de Claudia y el resto de sus acompañantes, todos de San Blas-Canillejas, es que después de tres horas de cola se han dado cuenta de que, al ser menores de 16 años, no pueden entrar a la exposición sin un mayor de edad.

placeholder Los adolescentes comiendo en el suelo bajo el sol mientras hacen cola. (A.F.)
Los adolescentes comiendo en el suelo bajo el sol mientras hacen cola. (A.F.)

En vísperas del evento, hay una parte de la ciudad volcada en su organización y otra completamente ajena a la cita, bien por desconocimiento o por desinterés. Tan solo los cortes de tráfico les hacen ser conscientes de la magnitud de la cumbre y las dificultades de movilidad les recuerdan que no es un martes cualquiera. Grandes avenidas como la propia Gran Vía o La Castellana sufren estas delimitaciones y otras calles cuentan con cortes puntuales por el paso de las delegaciones internacionales.

“Ayer tuvimos que venir desde Barajas en Metro porque no había posibilidad de venir en taxi”, apunta Lidia, una madrileña que ha estado 10 años viviendo en Australia, sentada en una terraza de la Plaza de Chueca. Las líneas 1, 5, 6 y 10 del suburbano se han reforzado hasta un 10% para cubrir las necesidades del transporte de estos días y esto ha facilitado la movilidad de quienes no tenían quien les fuese a recoger al aeropuerto.

Lidia ha elegido estas fechas para regresar a su ciudad natal con sus amigas extranjeras para vivir el ‘Pride’. De hecho, la celebración de la cumbre ha obligado a retrasar algunos de los actos ligados a esta reivindicación. Pero la madrileña Lidia no es la única. Alexis, Cristián y Diego, originarios de Barcelona, también dicen estar un poco agobiados por el 'boom' policial, pero su excusa para estar en Madrid es "celebrar el Orgullo".

placeholder Tres amigos de Barcelona listos para el Orgullo. (A.F.)
Tres amigos de Barcelona listos para el Orgullo. (A.F.)

"Esto nos ha hecho polvo"

Hay menos gente de la habitual en el centro de la ciudad. Lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, han calificado de una cumbre “crucial e histórica” está llevando a algunos por el camino de la amargura. “Día catastrófico, de momento he hecho 2.000 euros menos de caja y ya he dado las comidas”, asegura uno de los trabajadores del Bar de Tapas de la calle Montera.

Desde otros comercios también reflexionan al respecto. En el Tezenis de Fuencarral, la dependienta Raquel no se puede creer que “en plenas rebajas esté la tienda así de vacía”, y también se pregunta: “¿Qué es exactamente la OTAN y qué está pasando en el mundo?”.

Algo parecido les ha ocurrido a los trabajadores del restaurante La Lonja, justo frente al Palacio Real, donde tendrá lugar la cena de gala de los líderes de la Alianza a las 20:30 de la tarde. Y es que la esperadísima cumbre está descolocando la vida de muchos. "Llevamos dos días haciendo mucha menos caja. Esto nos ha hecho polvo, en un día normal damos 50 comidas y hoy hemos servido solo 15", dice la gerente del negocio. "Nos descuadra todos los planes. Vivo a 40 kilómetros del restaurante y tengo que ir en coche sí o sí". Los trabajadores de este establecimiento atienden a los pocos turistas de la terraza y observan el panorama: hasta cuatro furgones policiales descansan en la Plaza de Oriente y cada 10 metros hay un agente parado. Mucha seguridad y pocas consumiciones.

Incluso quienes pasean alrededor del Palacio hablan entre ellos. "¿Pero hasta cuando vamos a estar sin poder usar el coche?". El ambiente en este rincón de la ciudad es de hastío y pereza y la cumbre oficial ni siquiera ha empezado.

placeholder Tezenis de la calle Fuencarral con apenas clientes en plenas rebajas. (A.F.)
Tezenis de la calle Fuencarral con apenas clientes en plenas rebajas. (A.F.)

Quienes también están teniendo inconvenientes son los taxistas. El presidente de la Asociación de Élite, Javier Fernand, explica que el verdadero problema está en los cortes por las delegaciones y los de la A-2 y la M-11. “Trabajar, trabajamos, pero hay menos clientela. Entendemos que en estos casos tiene que primar la seguridad y nos fastidiamos como el resto de ciudadanos”.

Los turistas, por su parte, dicen hacer vida normal. Graciela, Gladys y Óscar están de ruta por España desde Buenos Aires y se alojan en la calle Arenal. “Ayer el taxista nos advertía de que iba a estar todo bloqueado y no hemos notado nada. Está cerrado el Prado, pero a nosotros nos interesan otras cosas”, dice señalando las bolsas de las compras después de toda la mañana de tiendas.

Y contra todo pronóstico, mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reúne con Pedro Sánchez en Moncloa y el mundo gira la mirada hacia Madrid, Claudia respira tranquila. Les han dejado pasar a la exposición interactiva después de cuatro horas de pie y ha salido lista –y un poco triste– para hacer los TikToks correspondientes para compartir su experiencia: “Está guay, pero no volvería a esperar cuatro horas al sol por esto”.

Claudia y sus amigos llegaron a Gran Vía a las 10:30 de la mañana para ver la exposición interactiva de la serie de ficción Stranger Things. A la hora de comer, se acercaron al McDonalds de enfrente a comprar unas hamburguesas mientras esperaban bajo el sol. A una temperatura de 28 grados y sin sombra, Claudia explica que le gusta mucho la serie y que no tenían "nada mejor que hacer".

Gran Vía OTAN