BiciMad hace frente a los cacos: de 656 a 276 robos o cuando las bicis aparecían en Grecia

En 2015, cuando BiciMad estaba gestionado por una empresa privada, el servicio cerró el año con 656 bicicletas desaparecidas. No había rastro de ellas. No se pudieron encontrar. Alguien se las llevó. Cuando terminó 2017 (el primer año de gestión completa por parte del Ayuntamiento de Madrid), esa misma cifra se había reducido a 276 (una bajada del 58%). El número de bicis inservibles que no se pueden volver a usar (ya sea por su uso o por actos vandálicos) también ha vivido una importante disminución, de 383 a 107 (un 72% menos). Las bicicletas vandalizadas (dañadas pero que pueden volver a usarse tras una reparación) también han bajado: de 774 a 349 (un 55% menos).

Son datos optimistas que permiten a la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que gestiona el servicio de alquiler de bicicletas eléctricas de Madrid desde noviembre de 2016, defender que tomó la decisión correcta cuando anunció que remunicipalizaba BiciMad, una medida que ha conllevado la apertura de una comisión de investigación en el ayuntamiento de la capital y de diligencias judiciales en el juzgado de instrucción número 52 de Madrid, donde se dirime si el actual equipo de Manuela Carmena cometió los delitos de malversación y prevaricación tras pagar 9,53 millones de euros por recuperar los derechos de cesión de la explotación cuando el servicio estaba al borde de la quiebra, con pérdidas mensuales de 300.000 euros.

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Quedan ya lejos los tiempos en que los cacos y los usuarios 'despistados' hacían su agosto con las bicicletas públicas, antes de la cesión al ayuntamiento, una época en la que algunas máquinas llegaron a aparecer en la frontera con Grecia. "Llamaron desde aduanas y hubo que rescatarlas", explican desde la EMT. Muy lejanos los tiempos en los que Bonopark, la empresa adjudicataria que llevaba el servicio, puso una denuncia en la Policía Nacional porque una web rumana anunciaba por 500 euros la unidad la venta de dos bicicletas eléctricas que pertenecían a BiciMad.

Los datos son esclarecedores. El año 2015 cerró con 656 bicicletas desaparecidas. "Es una foto fija que permite conocer la evolución de uno de los parámetros del servicio. 2015 terminó con 656 bicis no registradas en el sistema, de las que se había perdido la señal GPS", explican desde la EMT. Alguien se las había llevado. El mismo dato había bajado a 337 en 2016 y a 276 en 2017. "Estos resultados son fruto de un nuevo protocolo de control y recuperación que la EMT puso en marcha al comenzar la gestión en octubre de 2016. Este plan está basado en cuatro pilares fundamentales: control constante por geolocalización de los vehículos, sinergias con otras áreas de la empresa municipal para la recuperación inmediata de bicicletas, mejora continua del sistema de anclaje y estrecha colaboración con Policía Municipal y Policía Nacional".

Precisamente este nuevo sistema GPS permitió a inicios de este año recuperar 20 bicicletas, nueve en el hueco del ascensor de un edificio del barrio de Ventilla y las 11 restantes en un solar de Tetuán. No es el único parámetro que ha mejorado. Más bicis disponibles supone más bicis operativas. Cuando la EMT asumió el sistema, en noviembre de 2016, había un promedio mensual de 1.156 máquinas operativas. En septiembre de este 2018, la cifra había subido a 1.863. "La disponibilidad máxima del sistema son 2.028 bicicletas con todas las estaciones y anclajes operativos", explican desde la EMT, donde recalcan que se consiguió cierta estabilidad de los números en mayo de este año. "A partir de ese mes, las cifras de disponibilidad van moviéndose en ese entorno, entre 1.900 y 2.000 mensuales. Aunque la disponibilidad suele bajar si hay estaciones cerradas por obras de larga duración. Actualmente, tenemos cuatro, lo que supone menos anclajes, es decir, el sistema absorbe menos vehículos".

La EMT también ha tenido que asumir el coste de nuevas bicicletas para renovar las inservibles y mantener un servicio de 2.000 máquinas operativas al mes. En 2017 hubo que adquirir 468 vehículos. La empresa Booster Bikes es la proveedora exclusiva de todos los materiales relativos a BiciMad hasta el año 2025. Cada bici nueva tiene un precio medio de 1.000 euros.

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Otro dato que revela la buena o mala marcha del servicio es el número de anclajes operativos para que los madrileños se puedan mover por toda la ciudad y coger y dejar las bicicletas. El sistema cuenta con más de 4.000 anclajes en varias bases. "Al hacerse cargo la EMT del sistema, había más de 286 anclajes no útiles y averiados de manera continuada. Durante 2017, la media diaria bajó a 51 anclajes no útiles y averiados". Cifra que subió en julio de este año y que ahora está en 97 anclajes no útiles y averiados. "Tener estaciones cerradas por obras de larga duración afecta a esta cifra. En el tercer trimestre del año se cuenta con al menos cuatro estaciones cerradas por obras, lo que supone iniciar esta cuenta con más de 80 anclajes no útiles".

Otro parámetro interesante es el de avisos de bicicletas abandonadas. Cuando la EMT se hizo cargo del sistema, había más de 89 avisos diarios de vehículos abandonados, con solo 800 bicicletas útiles en la calle. "El 11% de la flota se tenía que recuperar diariamente", aseguran desde la EMT. La media diaria del ejercicio 2017 se redujo a 79 bicis abandonadas por cada 10.000 usos (0,79%), ratio que ha bajado a una media de 42 avisos por cada 10.000 usos (0,42%) en septiembre de este año. Precisamente BiciMad cerró septiembre con el mejor mes en su historia: 415.864 viajes, 16.732 diarios.

También ha mejorado el índice de siniestralidad. En términos absolutos, en el primer semestre de 2018 se han producido 140 accidentes frente a los 182 registrados en el mismo periodo de 2017, una reducción del 23%. Esta bajada es todavía mayor teniendo en cuenta que los viajes registrados en este periodo de 2018 son superiores a los realizados en 2017, 1.615.093 frente a 1.463.644. El año pasado hubo 12,1 accidentes por cada 100.000 viajes. En 2018, el ratio es de 8,6.