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La ruta migratoria de África a Canarias fue la que más creció en 2023 de las que desembocan en Europa
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La ruta migratoria de África a Canarias fue la que más creció en 2023 de las que desembocan en Europa

En las tres primeras semanas de enero, España recibió más inmigrantes irregulares por mar que Italia, Grecia, Chipre y Malta juntos, según un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados

Foto: Días sin rumbo en la ruta canaria. (EFE/Salvamento Marítimo)
Días sin rumbo en la ruta canaria. (EFE/Salvamento Marítimo)
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2023 fue un mal año para España en materia migratoria, sobre todo en Canarias, donde se batió el récord de 2006 con más de 40.000 inmigrantes irregulares que desembarcaron en el archipiélago. Tal y como ha comenzado, el año en curso va a ser aún peor. En las tres primeras semanas de enero, España recibió más inmigrantes por mar y por tierra, a través de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, que los otros cuatro destinos migratorios del sur de Europa juntos (Italia, Grecia, Chipre y Malta), según revela la información recién publicada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Nunca se había dado tal situación.

A España llegaron 4.440 personas "sin papeles" en 21 días, en su gran mayoría a Canarias, mientras que en los otros cuatro países mediterráneos de la Unión Europea solo pusieron pie 4.141. Grecia fue el segundo receptor, detrás de España, con 2.310, e Italia, el tercero, con 1.286. Si este ritmo se mantuviera a lo largo del año, el número de inmigrantes irregulares por mar llegados a España rondaría en diciembre los 77.000.

Los datos que difunden los organismos internacionales, a veces más precisos que los que divulga el Ministerio del Interior, permiten comparar el fenómeno migratorio en España con sus vecinos Mediterráneos europeos. Otro informe recién publicado por Frontex, la agencia de la UE para el control de las fronteras externas, revela que la ruta migratoria hacia Europa que más creció en 2023 fue la de África Occidental a Canarias.

Al archipiélago llegaron el año pasado 40.403 migrantes lo que supone un incremento del 161% con relación a 2022, según Frontex. En el Mediterráneo oriental, es decir, de Turquía a Grecia y Chipre, el aumento fue del 55% (60.073 inmigrantes) mientras que en el central, desde Libia y Túnez a Italia, fue del 49% (157.479). El gobierno de Giorgia Meloni no tuvo éxito con sus políticas de contención migratoria. Mejor resultado obtuvo el Mediterráneo occidental (de Marruecos y Argelia a la Península y a Baleares) donde solo subió un 12% (16.915).

Las cifras migratorias que da Frontex con relación a España son ligeramente superiores a las que proporciona Interior. A Canarias llegaron, en 2023, 40.403 personas sin papeles, un 1,2% más de lo que indican los servicios del ministro Fernando Grande-Marlaska. Preguntado sobre las posibles razones de esa pequeña diferencia, el Ministerio del Interior no pudo explicarla.

Frontex osa además difundir aquello que el Ministerio del Interior ha convertido en un secreto de Estado: de donde son originarios los inmigrantes que llegan por mar a España. Interior no ha contestado ni siquiera a preguntas de diputados que le pedían el desglose por nacionalidades declaradas de los inmigrantes. Su secretismo es de orden político, para no disgustar a Rabat confirmando que la mayoría son marroquíes. Otros ministerios de Interior, como el de Italia, sí ofrecen en sus webs datos actualizados sobre el origen de la inmigración.

placeholder El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (Mateo Lanzuela/Europa Press)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (Mateo Lanzuela/Europa Press)

Frontex señala en su informe que la mayoría de los que desembarcaron en la Península y Baleares eran marroquíes, seguidos por los argelinos —Grande-Marlaska reconoció en La Vanguardia que en 2023 disminuyó la inmigración procedente de Argelia— y en tercer lugar figuran los sirios. En la ruta a Canarias, los senegaleses fueron más numerosos que los marroquíes y los malienses ocupaban una tercera posición.

Estos datos divulgados por Frontex demuestran que, tras el respaldo en 2022 del Gobierno español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, las autoridades de Rabat solo hicieron un esfuerzo de contención de la inmigración hacia la Península ese mismo año y a principios del siguiente. A mediados de 2023 ya se relajaron. La crisis que atraviesa Senegal explica también el auge de los cayucos que zarparon rumbo a Canarias. La UE ha aprobado un paquete de ayudas a Marruecos por importe de 500 millones de euros para que frene la inmigración irregular entre 2021 y 2027.

La publicación de este informe por Frontex no guarda ninguna relación con sus desavenencias con el Ministerio del Interior. La agencia europea no ha renovado aún su acuerdo sobre las operaciones conjuntas con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para 2024, según reveló el diario El País el pasado miércoles. Es más, ha amenazado con retirarse de España, lo que privaría a Interior de una ayuda substancial en la lucha contra la inmigración en Canarias, en el Estrecho de Gibraltar y en el mar de Alborán. El contencioso entre ambos concierne la protección de datos de los migrantes.

En materia de solicitudes de protección internacional, España subió también algunos peldaños el año pasado. Se convirtió en el segundo país de la UE, por delante de Francia, pero por detrás de Alemania, que más peticiones recibió en 2023. Su número aumentó un 37% hasta alcanzar la cifra récord de 163.220.

El perfil de estos solicitantes no guarda relación con los inmigrantes que llegan por mar. La mayoría son venezolanos (60.534), seguidos por colombianos (53.564), peruanos (14.308), hondureños (3.685) y cubanos (3.082). Solo en una sexta posición figuran los marroquíes (3.076) que llegan por mar, pero también aprovechando un tránsito en el aeropuerto madrileño de Barajas entre Casablanca y los países de América Latina que no les exigen visado.

2023 fue un mal año para España en materia migratoria, sobre todo en Canarias, donde se batió el récord de 2006 con más de 40.000 inmigrantes irregulares que desembarcaron en el archipiélago. Tal y como ha comenzado, el año en curso va a ser aún peor. En las tres primeras semanas de enero, España recibió más inmigrantes por mar y por tierra, a través de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, que los otros cuatro destinos migratorios del sur de Europa juntos (Italia, Grecia, Chipre y Malta), según revela la información recién publicada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Nunca se había dado tal situación.

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