La Guardia Civil busca a dos sospechosos por una violación en Pontevedra: así son, según sus retratos robot

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La Guardia Civil de Pontevedra ha difundido los retratos robot de los presuntos autores de la violación de una joven en la madrugada del 18 de julio, durante la celebración de las Fiestas de San Campio, en la parroquia de Pontellas, municipio de O Porriño. Los sospechosos de la agresión sexual a la joven de 19 años son, presuntamente, dos jóvenes de unos veinte años y con acento gallego, de pelo moreno y que, esa noche, vestían camisetas de manga corta y pantalón corto.

Los investigadores pidieron colaboración ciudadana hace ya unas semanas para tratar de localizar a estas personas, que se encontraban en el lugar de los hechos entre las tres y las cuatro de la madrugada, durante la actuación de la Orquesta Panorama. Especialistas del Departamento de Identificación del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, han confeccionado ahora dos retratos robots con los que pretenden arrojar luz a la investigación.

Así, piden ayuda una vez más a los ciudadanos para que, cualquier persona que pueda aportar algún tipo de información sobre el caso o datos que ayuden a la identificación de estos dos varones, se pongan en contacto con la Guardia Civil a través del teléfono 600 461 444. Asimismo, quien pueda colaborar se podrá dirigir también de forma presencial a cualquier puesto de la Guardia Civil, "garantizándose en todo caso la confidencialidad del comunicante".

Logró volver a casa por su propio pie

La víctima pudo ver a sus agresores, pero manifestó que no los conocía de nada. Tras el primer llamamiento de la Guardia Civil, los investigadores consiguieron recabar varios vídeos y fotos de esa noche aportados por otras personas que estaban en el recinto de fiestas entre esas horas. Al parecer, la joven se quedó sola en la fiesta a la que acudió con unos amigos. En ese momento, estos dos individuos la habrían convencido de que fuese con ellos diciéndole que la ayudarían a reunirse con sus amistades.

En su lugar, la llevaron a una construcción próxima al recinto de fiestas, donde se consumó la presunta violación. La mujer logró volver a casa por su propio pie y, al llegar, le relató lo sucedido a sus padres, que la llevaron a un centro médico donde se activaron todos los protocolos para evitar la contaminación de las pruebas.