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El PSOE acaricia 6 de las 7 ciudades gallegas y apea al PP por primera vez en democracia
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ELECCIONES 26 de mayo

El PSOE acaricia 6 de las 7 ciudades gallegas y apea al PP por primera vez en democracia

Caen los tres alcaldes de las Mareas, que sin embargo serán necesarios para formar Gobierno. Victoria histórica de Abel Caballero, que suma 20 de los 27 concejales y casi un 68% de apoyos

Foto: El alcalde de Vigo. (EFE)
El alcalde de Vigo. (EFE)

El 26-M tuvo mucho de histórico en Galicia. Lo será si, como parece, el PSOE alcanza seis de las siete ciudades, con una consecuencia también inédita en democracia: la desaparición del PP de todas ellas. No menos memorable es la victoria de su candidato en Vigo, Abel Caballero, que suma 20 concejales de una corporación de 27 y logra el apoyo del 67,64% de los ciudadanos, un logro sin precedentes en una ciudad de su tamaño. Fue una noche triste para las Mareas, que hace cinco años celebraban la consecución de tres importantes alcaldías: A Coruña, Santiago y Ferrol. Pierden las tres, aunque con el consuelo de resultar necesarias en todas ellas para que el PSdeG pueda formar Gobierno.

Salvo sorpresa en Ourense, donde un factor impredecible como Democracia Ourensana podría deparar cualquier alianza, el PSOE se hará con todas las ciudades excepto Pontevedra, además de ser la fuerza más votada en cuatro de ellas. En esa ciudad, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores apenas acusa el desgaste de 20 años como alcalde y podrá mantener su Gobierno con 11 concejales, solo uno menos que en 2015 y a dos de la mayoría absoluta. El resto lo tiene garantizado el Partido Socialista mediante pactos relativamente sencillos, ya sea con el BNG, las Mareas o ambos. El PP registra caídas en la mayoría de los grandes ayuntamientos, con batacazo en uno, Vigo, donde su candidata y el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, sufren una sonrojante derrota, al quedarse con cuatro ediles y el 13,71% de los votos.

Foto: El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas. (Fernando Ruso)

A poco más de un año de las autonómicas gallegas, los socialistas se quedan a cuatro décimas y 8.000 votos de otro hecho histórico en el conjunto de la comunidad: superar al PP en el total de apoyos. Los populares suman el 33,35% de las papeletas, dos puntos menos que en 2015, mientras que el PSdeG escala del 26,26% al 32,77%. Son malas noticias para un Feijóo que se empleó a fondo en la campaña electoral. El presidente del PP gallego no podrá echar la culpa de sus malos resultados a la fragmentación del voto de la derecha: Ciudadanos obtiene unos nefastos resultados y Vox queda reducido a la condición de residual. El tercer partido en Galicia es el BNG, que experimenta una mejoría de apenas un punto, inferior a las aspiraciones de la formación nacionalista.

Caballero establece un nuevo récord: 20 de 27 concejales en Vigo

El de Vigo es sin duda el resultado más espectacular, no de Galicia sino de España. Doce años después de resultar elegido, Abel Caballero reduce a sus rivales a siete concejales, frente a los 20 de la lista que encabeza. En 2015 logró 17 ediles y un 51,82% de apoyos. En esta ocasión, le han apoyado 101.058 personas, en una ciudad que no llega a 300.000 habitantes y en la que 150.000 ejercieron su derecho a voto. Son 27.000 papeletas más que en 2015, año en que consolidó su primera mayoría absoluta. Los cuatro concejales que pierde el PP suponen tres menos de los que tenía. La Marea de Vigo pierde uno de sus tres ediles a favor del Bloque, que regresa a la corporación.

Además de la indecorosa derrota de Vigo, donde Feijóo medía a su gran antagonista político con una 'exconselleira', Elena Muñoz, el líder del PP gallego tiene más motivos para el disgusto. Solo un milagro evitará la pérdida de la única alcaldía importante que le restaba, la de Ourense. En esa ciudad, otro exmiembro del Gobierno gallego, Javier Vázquez, gobernó los últimos cuatro años en una situación de debilidad absoluta, a pesar de haber sido la lista más votada y sumar 10 ediles. Democracia Ourensana, proyecto político de un singular empresario local llamado Gonzalo Pérez Jácome, irrumpió entonces con ocho concejales y evitó cualquier tipo de pacto, lo que dejó la ciudad sin presupuestos ni acuerdos en todo el mandato. Ahora, PP y DO empatan a siete escaños, y el reto de recabar el apoyo de Jácome y los suyos queda en manos del PSOE.

En A Coruña irrumpe el PSOE de la mano de Inés Rey, que pasa de tercera fuerza política a empatar a nueve concejales con el PP y vislumbra un pacto con la Marea Atlántica del actual alcalde, Xulio Ferreiro. El acuerdo, que le garantizaría 15 votos en una corporación de 27, se ve favorecido por la condición de novata de Rey, ajena a las agrias disputas de Ferreiro con los socialistas en los últimos años. La futura alcaldesa se hizo con la candidatura de su partido muy recientemente, después de necesitar dos vueltas para imponerse en las primarias al otro aspirante, José Manuel García, recién afiliado al partido. La Marea pasa de los 10 concejales de 2015 a solo seis, al bajar de un 30,88% de los votos a solo el 20,24%. La operación Mato, que propició la salida de Beatriz Mato de la Xunta para reconquistar A Coruña, se demostró un fracaso: empeoró los resultados de 2015, al bajar de 10 a nueve concejales.

Otra Marea que cae es la de Santiago. Compostela Aberta, el partido de su alcalde, Martiño Noriega, pierde la mitad de los 10 concejales que en 2015 le convirtieron en el partido mayoritario. Ahora es el PSOE de un veterano exalcalde, José Sánchez Bugallo —lo fue entre 1998 y 2011—, quien se impone a todos los demás. Suma 10 ediles, dos más que el PP de Agustín Hernández, un político muy próximo a Feijóo, también 'exconselleiro', que vuelve a fracasar. Bugallo necesitará el apoyo de Compostela Aberta para gobernar, lo que convierte los dos ediles del BNG —los mismos que hace cuatro años— en irrelevantes.

Otro 'conselleiro' sacrificado por Feijóo para capturar una alcaldía que fracasa es José Manuel Rey. Aunque mejora los resultados del PP en Ferrol, se queda a las puertas de la mayoría absoluta y sin nadie con quien pactar. El panorama político de otra ciudad gobernada por uno de los alcaldes del cambio, Jorge Suárez, de Ferrol en Común, se despeja a favor de Ángel Mato, del PSOE, un partido que escala de cinco a ocho concejales. Los tres que suma son los mismos que pierde la formación política del alcalde. Desaparece Ciudadanos y se mantiene el BNG con los mismos dos ediles que tenía. Tanto el Bloque como Ferrol en Común han confirmado que facilitarán la investidura de Mato.

En Lugo, repetirá como alcaldesa Lara Méndez si recaba el apoyo del BNG, como parece probable. En esa ciudad, los nacionalistas logran pasar de dos a cinco concejales, y desaparecen las dos formaciones que irrumpieron hace cuatro años, Lugonovo y ACE. El PP se mantiene como fuerza más votada e incluso sube un edil, hasta alcanzar los 10. Pero los dos de Ciudadanos no le bastan para la mayoría absoluta, por lo que repetirá en la oposición.

El panorama político en Galicia se completa con otras dos victorias históricas de los socialistas en sendos ayuntamientos emblemáticos. En Villalba, el bastión de Manuel Fraga, será alcaldesa Elba Veleiro, que logra ocho actas frente a siete del PP, y en Vilagarcía de Arousa, la octava ciudad en tamaño, Alberto Varela alcanza la mayoría absoluta con 12 concejales.

El 26-M tuvo mucho de histórico en Galicia. Lo será si, como parece, el PSOE alcanza seis de las siete ciudades, con una consecuencia también inédita en democracia: la desaparición del PP de todas ellas. No menos memorable es la victoria de su candidato en Vigo, Abel Caballero, que suma 20 concejales de una corporación de 27 y logra el apoyo del 67,64% de los ciudadanos, un logro sin precedentes en una ciudad de su tamaño. Fue una noche triste para las Mareas, que hace cinco años celebraban la consecución de tres importantes alcaldías: A Coruña, Santiago y Ferrol. Pierden las tres, aunque con el consuelo de resultar necesarias en todas ellas para que el PSdeG pueda formar Gobierno.

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