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El código ético de Colau: sin coches oficiales, bajadas de sueldos… y menos hoteles
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BARCELONA, AÑO CERO

El código ético de Colau: sin coches oficiales, bajadas de sueldos… y menos hoteles

Ada Colau, alcaldesa virtual de Barcelona, tiene un plan de choque para la ciudad que incluye eliminar los coches oficiales, bajar sueldos o parar la construcción de más centros comerciales

Foto: Ada Colau, líder de Barcelona en Comú, celebra los resultados electorales del 24-M. (Reuters)
Ada Colau, líder de Barcelona en Comú, celebra los resultados electorales del 24-M. (Reuters)

Barcelona, año cero. Ada Colau, de Barcelona en Comú, la fuerza que agrupa, entre otros, a ICV, Guanyem, Podemos o Procés Constituent, es la virtual alcaldesa tras desbancar al convergente Xavier Trias, que no ha podido resistir el huracán del cambio. Comienza una nueva etapa en forma y fondo de gobierno municipal. Eso es lo que ha prometido Colau. La intención es que a Barcelona no la conozca ni su madre al final de la legislatura. Habrá que ver, exactamente, qué cosas se pueden cambiar y qué cosas han de seguir igual. [Consulta aquí los resultados electorales en los municipios catalanes]

De momento, la intención de la nueva alcaldesa es aplicar un código de ética política “de obligado cumplimiento para las personas que ocupen cargos electos y de libre designación”, con el fin de “acabar con los privilegios de los que ha disfrutado durante muchos años buena parte de la clase política y que han provocado un grave alejamiento de la ciudadanía”.

Para empezar, Colau tiene también un Plan de Choque con las medidas urgentesquetomar en los primeros meses. Entre esas medidas, se encuentran “reducir los salarios de los concejales y altos cargos, eliminar coches oficiales y dietas injustificadas (por ejemplo, las otorgadas por asistir a reuniones), en la línea ya establecida en el código de ética política”. El presupuesto de 2015 prevé una partida de 27,5 millones en sueldos de órganos de gobierno, 2,1 millones en dietas o 13 millones en publicidad y propaganda. Todos ellos son “revisables”.La alcaldesa se había comprometido en campaña a “establecer un salario máximo máximo de 2.200 euros netos mensuales, incluyendo dietas, entendiendo que esta retribución garantiza unas condiciones dignas para ejercer las responsabilidades y funciones que supone el cargo asumido. El sueldo también será variable en función de las responsabilidades”, conforme detalla su código ético.

Adiós a las subvenciones al circuito de Montmeló

Paralelamente, realizará una auditoría de los principales entes públicos de promoción económica y social de Barcelona, como Fira de Barcelona o Consorcio de la Zona Franca y revisará algunas de las inversiones políticas e “innecesarias” de Xavier Trias, como los 16 millones de euros que el alcalde de Barcelona regalaba al circuito de Montmeló y que tendría que poner el Gobierno de la Generalitat. En este sentido, también quiere revisar las partidas destinadas a espacio viario (139,4 millones de euros) porque son consideradas excesivas ante los 10 millones invertidos en vivienda o los 19 en inversión social. “De los 15 barrios con menor renta, 11 tienen una inversión inferior a la media de la ciudad. El coste de embellecimiento de las avenidas de lujo, 16 millones, es claramente superior a los 6,3 millones en ayudas a la rehabilitación o los 4,8 millones dedicados a construir nuevas guarderías”, dice el Plan de Choque.

Plan contra los desahucios

Según el documento de plan de choque, “en Barcelona se producen una media de 15 desahucios al día”, de los que dos o tres afectan a hogares de alta vulnerabilidad social. Así pues, propondrá una estrategia para evitar los desahucios por razones económicas y la formación de una mesa de negociación con las entidades financieras que los están realizando o que tienen pisos vacíos. En caso de incumplimiento de sus obligaciones, impondrá sanciones “tal y como prevé la moción impulsada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Barcelona”, aprobada por el Gobierno presidido por Trias pero “aplicada de manera insuficiente”. También impulsará la cesión al Ayuntamiento de pisos vacíos para “fortalecer el alquiler social” y crear una comisión de estudio para “explorar la posibilidad de declarar toda Barcelona como zona de tanteo y retracto, con el fin de que el Ayuntamiento tenga la prioridad en la compra-venta de inmuebles y los pueda obtener por debajo del precio de mercado”.

El nuevo gobierno municipal destinará también 20 millones de euros para “garantizar el derecho a la alimentación durante todo el año a todos los niños y adolescentes que viven bajo el umbral de la pobreza” y para ello se propone “reforzar los servicios de comedor” de las guarderías, aumentar el número de plazas gratuitas para casals, colonias de verano y otros servicios, crear una “tarjeta solidaria de alimentos” y revisar los baremos de acceso a las becas comedor para que ninguna familia con necesidades quede excluida.

Sobre el asunto energético, quiere una auditoría de costes de las compañías gestoras, introducir tarifas de agua más justas (Barcelona tiene una de lasmás caras de España) e iniciar los estudios para llevar a cabo la “remunicipalización del servicio” e imponer a las eléctricas tasas por la ocupación de espacio público. Asimismo, creará un fondo de cinco millones de euros para atender los casos más urgentes de pobreza energética. Otros cinco millones de euros irán destinados a apoyar políticas activas de sanidad.

En materia de transporte, quiere convertir la T-12 (transporte gratuito hasta los 12 años) en la T-16 y rebajar el precio de las tarjetasun 80% a las personas inscritas en las listas del paro durante tres meses, empadronadas en la ciudad durante tres meses y con una renta inferior al salario mínimo interprofesional.

Menos hoteles y no más centros comerciales

Quien lo tiene mal será el sector turístico. La nueva alcaldesa quiere aplicar una moratoria inmediata a la apertura de hoteles y apartamentos de uso turístico, como el hotel del Deutcshe Bank, en la confluencia de las calles Paseo de Gracia y Diagonal “mientras no se realice una auditoría con participación ciudadana y un Plan de Turismo para toda la ciudad”. También paralizará o revisará la participación del consistorio “en proyectos de negocios privados, como el Sagrera Kids o la Pista de Esquí de la Zona Franca”, y detendrá la ampliación de grandes zonas comerciales como La Maquinista o Heron City. Asimismo, se ha comprometido a investigar y “rediscutir las condiciones de concesiones cuestionables, como la de Marina de Lujo del Port Vell y la T-Movilidad”.

Entre las normas que Colau impondrá inmediatamente está la de hacer públicas las agendas para que todos sepan con quién se reúnen los responsables municipales. “Se harán públicos también los órdenes del día y las actas de las reuniones”, dice el código. Todos los cargos están obligados también a hacer públicos sus ingresos, bienes y rendimientos patrimoniales “para detectar posibles conflictos de intereses. Este compromiso se extenderá hasta los tres años siguientes a su salida de la función pública”. Con ello, quiere poner coto a las “puertas giratorias” de la política.

Desterrar las prebendas

Colau quiere desterrar la profesionalización de la política y la eternización de los cargos electos en “momios” o en bicocas que se otorgan a políticos veteranos. Por ello, prohibirá también a los cargos de confianza o electos acceder “durante un periodo mínimo de cinco años a puestos de responsabilidad en empresas creadas, reguladas o supervisadas por el Ayuntamiento o que hayan estado beneficiadas de un contrato municipal dentro del ámbito y/o sector en que ha desarrollado su función representativa. En ningún caso se ocuparán cargos en los consejos de administración”.

Además, aboga por “garantizar la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones relevantes y en el posicionamiento político de la candidatura sobre temas estratégicos y proyectos de impacto social, ambiental o urbanístico en la ciudad, distritos o barrios teniendo en cuenta los principios de subsidiariedad y solidaridad”. O sea, la celebración de asambleas de distritos donde se aprobarán las actuaciones municipales.

Colau ha anunciado que detendrá la ampliación de grandes zonas comerciales de la ciudad condal como La Maquinista o Heron City

Colau también se compromete explícitamente a que los cargos electos, gerenciales y de libre designación renuncien “a los regalos y privilegios que se les puedan ofrecer por su condición y que puedan significar un trato de favor. Otra de sus prioridades es limitar su mandato a dos legislaturas consecutivas, “excepcionalmente prorrogables a un mandato más siempre que se dé un proceso de discusión y validación ciudadana”, aunque eso será una decisión personal o colectiva de su formación, puesto que la ley general no lo prevé.

Por último, se compromete a destituir de forma inmediata a cualquier cargo que sea imputado judicialmente en delitos “relacionados con la corrupción, prevaricación con ánimo de lucro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos públicos o privados, soborno, malversación y apropiación de fondos públicos, ya sea en interés propio o para favorecer a terceras personas”. En este compromiso, englobaría también a los delitos de “racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia u otros delitos contra los derechos humanos o los derechos de las personas trabajadoras”.

Barcelona, año cero. Ada Colau, de Barcelona en Comú, la fuerza que agrupa, entre otros, a ICV, Guanyem, Podemos o Procés Constituent, es la virtual alcaldesa tras desbancar al convergente Xavier Trias, que no ha podido resistir el huracán del cambio. Comienza una nueva etapa en forma y fondo de gobierno municipal. Eso es lo que ha prometido Colau. La intención es que a Barcelona no la conozca ni su madre al final de la legislatura. Habrá que ver, exactamente, qué cosas se pueden cambiar y qué cosas han de seguir igual. [Consulta aquí los resultados electorales en los municipios catalanes]

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