El fuego lleva muerte y desahucio a un centenar de familias en el peor incendio en Valencia

• Incendio de Valencia: última hora de Campanar, muertos, heridos y noticias sobre el edificio, en directo

Tragedia en Valencia. El peor incendio en la historia de la ciudad ha provocado al menos cuatro muertos confirmados visualmente. Los bomberos buscaban a al menos 14 personas desaparecidas a las que sus familias no han logrado localizar. Será una tarea dura. Los servicios de emergencias seguían trabajando anoche en la extinción de las llamas y el enfriamiento en los dos bloques de viviendas comunicadas en la manzana de Maestro Rodrigo y Rafael Alberti, en uno de los barrios residenciales de expansión, Nou Campanar. Es pronto para saber el estado en que ha quedado la estructura tras varias horas a altas temperaturas, y eso dificulta las tareas de búsqueda de cuerpos. La prioridad era esta madrugada descartar el posible colapso de la edificación. El ayuntamiento y la Generalitat van a decretar varios días de luto, según anunciaron la alcaldesa, María José Catalá, y el presidente autonómico, Carlos Mazón.

Habrá que esperar a que los servicios de emergencias culminen el control de las llamas y se adentren en las viviendas para hacer balance completo del alcance de los daños humanos. Además de los cuatro fallecidos, las autoridades contaban anoche como heridos a 15 víctimas del suceso, siete de ellas bomberos y un niño, por quemaduras e inhalación de humos. Fueron repartidos por los hospitales de La Fe, el General o el 9 de Octubre.

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Víctor Romero. Valencia

Lo que es seguro es que 138 familias se han quedado sin casa y sin nada de lo que había dentro. Por el momento, ha sido realojados en hoteles. Todo está devastado, calcinado. Los cascotes de metal abrasados salían escupidos hacia el exterior. "Lo hemos perdido todo. Estamos en shock", afirmaba Vicente, uno de los muchos testimonios. Había salido a hacer deporte. Se sabía con suerte de estar vivo, pero observaba desde la calle, con los ojos mojados, cómo los recuerdos que albergaba su casa se consumían en pocos minutos, al igual que decenas de familias que pudieron salir a tiempo. Ahora vendrá la negociación con los seguros y la tarea de reconstruirse vitalmente.

El fuego, sin que hasta ahora se conozca la causa, se inició en un cuarto piso de uno de los bloques y se propagó de forma muy rápida hacia arriba, hacia abajo y por los laterales, ayudado por el viento racheado de poniente y las planchas de aluminio rellenas de poliuretano, fachada ventilada, lo llaman los técnicos, un material combustible con el calor que además tiende a desprenderse en llamas, alimentando más todavía el incendio, que no tardó en adentrarse en las viviendas. El origen del incidente es lo que ahora tendrá que investigarse. También si el edificio cumplía con las normas técnicas, aunque en teoría había pasado todos los filtros en su momento, cuando el proyecto arrancó a mediados de los dos mil.

Los cronistas de la ciudad andaban anoche desempolvando las hemerotecas en busca de un incendio de similares magnitudes en Valencia. En 1469 se quemó la Catedral; en 1545, fue pasto de las llamas el Hospital General; en 1584, la Iglesia de Santa Catalina sufrió daños por fuego, y en 1946, llegaron a arder las gradas altas de la plaza de toros, sin lamentarse víctimas. Este jueves, como un símbolo de su tiempo y con todas las dudas abiertas sobre la seguridad de sus materiales de construcción, el fuego arrasó el inmueble levantado durante los años del boom inmobiliario, endosado a la banca en dación de pago tras la quiebra de su promotora, Fbex. Ya por fin comercializado y habitado, sus bajos se habían convertido muy recientemente en la flamante sede del primer concesionario del fabricante chino de automóviles BYD. Quizá como señal o epílogo tardío de una época y el prólogo de otra que viene, los coches asiáticos fueron lo único materialmente tangible que se salvó del incendio. Todo lo demás quedó devastado. Sus 14 plantas de viviendas son ahora un amasijo negro de hierros oscurecidos, ceniza y vidas rotas por la muerte y el desahucio.