El relevo de Carles Mulet en el Senado expone a Compromís a una escisión

La elección del senador territorial que corresponde a Compromís ha abierto una crisis interna en la coalición que no se descarta que sirva de detonante para una ruptura total entre sus dos principales integrantes. La decisión de la pata nacionalista Més de relevar a Carles Mulet, del partido ecosocialista Iniciativa del Poble Valencià, y sustituirlo por Enric Morera, expresidente de las Cortes Valencianas, ha aflorado tensiones acumuladas desde hace meses en el seno de los valencianistas.

Mulet, uno de los senadores más activos de la Cámara Alta, acumulaba dos legislaturas y aspiraba a una tercera. Iniciativa interpretaba que en base al protocolo electoral interno para las elecciones autonómicas (que fjja un reparto de representación de 60% para Més, 35% para Iniciativa y 5% para Verds Equo) le correspondía a ella designar al senador, razón por la que el lunes la portavoz adjunta, Aitana Mas, llegó a presentar ante la Mesa de la Cámara autonómica una propuesta de grupo para que el actual senador volviese a ser elegido en representación autonómica.

La iniciativa fue desautorizada por el portavoz Joan Baldoví, que forzó una votación interna entre los diputados en la que la mayoría nacionalista de parlamentarios impuso el nombre de Morera, un cargo histórico al que las bases de la propia Més habían dejado fuera de las listas autonómicas en el proceso de primarias de Compromís pese a haber ocupado durante ocho años la presidencia del Parlamento autonómico, el segundo cargo en orden de protocolo institucional de la Comunidad Valenciana. Més interpreta que tras el resultado de las generales 23 de julio, en el que los coportavoces de Compromís, Àgueda Micó (Més) y Alberto Ibáñez (Iniciativa) han logrado escaño dentro de la coalición con Sumar, correspondía a la formación mayoritaria ocupar el puesto del Senado.

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En ese cruce de interpretaciones contrapuestas del sistema de equilibrios internos han aflorado meses de desencuentros en el seno de Compromís desde la dimisión de Mónica Oltra como vicepresidenta y lideresa política de facto de la organización. Pese a contar con muchos menos militantes y una organización más pequeña que la de Més, el liderazgo de Oltra compensó desde su nacimiento al asimetría orgánica de Compromís. Su salida ha llevado a Més a ir ocupando cada vez más espacios, un fenómeno que se ha hecho más evidente con la pérdida del poder autonómico y, también municipal, tras las elecciones del 28 de mayo, pues la tarta institucional se ha reducido.

Con menos cargos a repartir, las tensiones han escalado. Sin Oltra, Més ha impuesto su mayoría orgánica con Joan Baldoví como portavoz en las Cortes, Àgueda Micó de cabeza de lista al Congreso o María Josep Amigó como representante en la Mesa del Parlamento autonómico. Sumando diputados autonómicos, provinciales, los dos del Congreso y, ahora, el senador Morera, los números de Iniciativa arrojan una distribución de los cargos políticos de un 67,37% para Més, frente al 24,21% de Iniciativa, muy lejos de lo que interpretan que debería ser el 60/35/5 que marca el equilibrio interno. "Hay mucho hartazgo. Tras la salida de Oltra se ha producido un cambio en las formas de ejercer la relación del Bloc (anterior denominación de Més). Algunos han interpretado como debilidad lo que para nosotros son expresiones de querer relacionarnos desde la amistad", señalan fuentes de Iniciativa. "Una de las partes ha decidido hacerse con el conjunto de Compromís, reiteran.

“Han pasado hechos muy graves que rompen las confianzas, porque Més decidió romper un acuerdo. Hace falta una reflexión profunda de qué modelo de Compromís quieren”, declaraba Alberto Ibáñez, de Iniciativa, a la televisión autonómica A Punt.

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"Si Més hubiera sacado escaño por Alicante no se habría ni planteado lo de Morera. Es Iniciativa la que está interpretando mal el funcionamiento interno", responden desde el ala nacionalista, que atribuyen la revuelta interna a problemas entre familias dentro de Iniciativa. "Lo que ha costado construir tantos años no se puede destruir en un momento", reprochan.

Las dos partes se culpan de la fractura, que quedará en evidencia este jueves en la votación de los senadores en las Cortes con una probable abstención de los cuatro diputados de Iniciativa, incluida su portavoz adjunta Aitana Mas. Sería la primera vez que se produce la ruptura interna en el voto. El ambiente está caldeado entre los ecosocialistas, con voces que plantean incluso una salida de la coalición y la exploración de un acuerdo con Yolanda Díaz para implantar Sumar en la Comunidad Valenciana, lo que implicaría una nueva fragmentación del espacio a la izquierda del PSPV-PSOE.

El partido de la ministra de Trabajo en funciones firmó el acuerdo confederal con Compromís para concurrir conjuntamente a las generales, pero no tiene organización como tal en el territorio valenciano. Sin embargo, ese cruce de relaciones entre Sumar, Més e Iniciativa podría ser el antídoto contra la ruptura total. Para los nacionalistas, el lazo con los de Yolanda Díaz es el mejor remedio para que no se convierta en su competencia en clave local y autonómica. Fuentes de Més incluso apuntan a que, en caso de Pedro Sánchez logre la investidura y se reedite el Gobierno de coalición, los valencianistas podrían incluso asumir alguna responsabilidad gubernamental, aunque no un ministerio. Y en ese escenario, Carles Mulet podría seguir aportando y encontrar un nuevo acomodo.